Descripción
La lluvia caía sobre ambos, la tenue luz me impedía ver sus facciones y nuestros pechos se agitaban con suma brusquedad.
Me susurró algo al oído y fue ahí cuando me di cuenta de todo, cuando su aliento en mi oreja calentó cada fibra de mi ser e hizo que me sintiera como en casa.
¿Por qué no luchar por lo que se me había sido arrebatado? ¿Para qué rendirme si intentarlo causaba mi felicidad?
Para comentar, hay que estar registrado