Descripción
La vida sigue –dicen-; pero no siempre es verdad
A veces la vida no sigue, a veces solo pasan los días.
Anónimo
Miraba esas palabras, y tan simples como tan cortas juntas recitaban una gran verdad; ahora entendía a la perfección esas 2 líneas de cruda realidad.
Había perdido lo que le daba razón a mis días, ahora, sentía un vacío, tan grande, tan inmenso que solo una persona podía llenar; la cultura asiática lo llama ZEN, la cultura occidental le dice espíritu, yo lo proclamaba como mi fuerza para seguir.
Siento la necesidad de correr a sus brazos y pedirle que lo volvamos a intentar, pero ¿Qué tan buena esa esa opción?, la respuesta puede ser SI, pero ¿y después?; que pasara si tiene dudas una vez más, mi amor por ella sigue intacto, tan fuerte como siempre fue, mi corazón late con prisa cuando escucho su voz, como si calentara para entrar al campo al oír su llamado. Intento mantener mi cordura cuando no sé nada de ella, pero la verdad es que ella es como aire para respirar.
Quiero pedirle que me ame, pero ¿cómo hacerlo? si dijo que ya no lo hace. Quiero bombardearle con TE QUIERO, TE AMO, TE EXTRAÑO, TE NECESITO, TE DESEO, con sobrenombres de amor, pero y ¿si la asusto o la agobio?; no sé qué hacer, pero sí sé que es lo que quiero. La quiero a ella, y quiero pasar una vida con ella, quiero que me quiera, y quiero que quiera que yo la quiera a ella.
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