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Cómo documentarme para construir mi trama

Cómo documentarme para construir mi trama

 

En el pasado artículo vimos qué tipo de información sobre el contexto social e histórico debemos incluir durante el proceso de escritura, pero ahora vamos a verlo desde otra perspectiva: antes de escribir.

Seguramente, este artículo debería englobarse en el mes de enero pero, al ser también el mes de la revisión de todo lo trabajado antes de ponernos a escribir, los consejos que compartiremos podrían servirnos también para este punto. ¿Preparados?

 

¿La documentación debe marcar la trama o al revés?

La verdad es que no hay una respuesta para eso. Cada autor, según sus intenciones, potenciará una sobre la otra, según si prima el rigor histórico o la trama.

Recordemos que este punto cobra mucho sentido en la novela histórica, pero también en la contemporánea o en cualquier género que suceda en la actualidad. Podemos documentarnos sobre muchos aspectos (científicos, forenses, sociales, culturales…). Si tenemos entre manos la historia de un asesino en serie que usa cualquier estratagema científica para ejecutar los crímenes perfectos, entonces deberemos informarnos al detalle sobre ese proceso. Como decíamos, ese proceso técnico puede influenciar nuestra la novela hasta hacernos cambiar por completo la trama (puede repercutir sobre la coartada, el caso, el tipo de investigación...). De nosotros dependerá que sigamos a pies juntillas las normas de la naturaleza o que nos concedamos determinadas licencias en beneficio de la trama.

Al final, lo mejor es que hallemos un equilibrio entre la información que encontramos cuando nos documentamos para la nuestra idea original. Un gran escritor sabe tramar su historia y sus ideas conjuntamente con el contexto social e histórico en que enmarca su novela. Imaginemos que nuestra historia pasa en el Madrid de los años 10 y que hay un importante apagón que desencadena algún tipo de situación violenta en la ciudad. Pues en vez de que un narrador o un personaje lo explique, podemos situar ese hecho en la cotidianidad de una escena. Por ejemplo, vemos que Mario está enamorado de Carmen y la invita a cenar para declararse. Queremos que en esa escena no lo llegue hacer para dilatar su historia de amor. Quizá, cuando está a punto de explicarle lo que siente, se va la luz del restaurante en el que se encuentran y empiezan a oír un alboroto que proviene de la calle. Ambos bajan y un transeúnte les cuenta lo sucedido. Hay mil maneras de entrelazar trama y contexto.

 

 

 

 

Dónde ir a documentarse

Es complicado hacer un listado eficiente sobre lugares donde ir a documentarse para nuestra obra. ¿Por qué? Pues justo por lo que comentábamos en el apartado anterior: cada novela requiere un nivel de documentación diferente. Os sugerimos algunas maneras de encontrar información de todo tipo.

 

  • Bibliotecas: son el espacio natural para este tipo de tareas. Busquemos en la biblioteca de nuestro barrio, por supuesto. Pero debemos saber que cada biblioteca tiene su propio fondo y que, algunas, se especializan en temas concretos. Así que… ¡buscad vuestra biblioteca afín!
  • Conocidos: Seguramente, si debemos documentarnos sobre una enfermedad en concreto, conoceremos a un médico que pueda ayudarnos o que pueda darnos el contacto de otro profesional que nos pueda ayudar. Siempre reivindicamos nuestro entorno como motor de historias, recursos y sorpresas.
  • Profesionales: tanto si necesitamos un científico, un historiador o un modista, miremos de ponernos en contacto con profesionales que no conocemos a través de su página web o de la empresa en la que trabaja.  No nos frustremos si no nos hacen caso. Si uno de ellos pasa de nosotros, probemos con otro. Al final el argumento “estoy escribiendo una novela” es muy atractivo.
  • Profesores de universidad: es obvio, las universidades están llenas de eruditos de un sinfín temas y, muchas veces, están abiertos a ayudarnos.
  • Archivos históricos: son uno de los mejores lugares para encontrar hechos y detalles únicos que diferencien nuestra obra.
  • Internet, documentales… Es evidente, hay mucho material online a tu alcance. Seguramente, es un buen lugar para empezar a buscar. Pero cuidado, en el mundo online hay tanta información veraz como de mala calidad. Seleccionemos y verifiquemos bien todo aquello que 

 

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