Me gusta escribir

¡Escritoras y escritores! Soy Maite Cabeza, y soy coach en Mallorca. Hoy vengo con una pregunta potente:

Si te aseguro que lo conseguirás, ¿qué harías ahora mismo para conseguir tu sueño?

¿Qué es lo que nos frena para publicar y, sobretodo, a autopublicar nuestro libro, para cumplir nuestro sueño? El miedo a creer que no lo conseguiremos, el miedo a arriesgarnos y fracasar. ¿Fracasar? Ningún escritor fracasa a menos que tire la toalla. De todo lo que nos ocurre en la vida siempre aprendemos. Arriesgar son muchas cosas menos fracasar. ¿Interesado en el tema? Sigue leyendo.

Bendita imprudencia

Cuando somos niños vivimos al límite. Nos gusta explorar, nos divertimos probando cosas nuevas, aprendemos cada día y crecemos, crecemos, crecemos. Con cada nueva incursión, con cada nuevo proyecto, nos emocionamos, nos suben las pulsaciones y el sólo hecho de enfrentarnos a lo desconocido nos hace olvidar que nos podemos caer, que nos pueden castigar o que nos podemos dar un buen susto. La emoción del descubrimiento, de la diversión, de lo desconocido nos hace fuertes para afrontar cualquier situación que nos pueda ocurrir. ¿Por qué seguíamos adelante con nuestras aventuras? Porque a pesar de que nos castigasen, sentíamos esa satisfacción interna, ese poder interno por haberlo intentado, nos sentíamos importantes, nos sentíamos especiales.

Los riesgos que tomamos de niños han configurado las personas adultas que somos ahora. Y un buen día olvidamos la emoción de tomar riesgos... y ese día empezamos a menguar, dejamos de crecer. Una vez nos convertimos en personas “adultas” y “racionales” empezar nuevas aventuras nos parece imprudente, peligroso, pueril y fuera de lugar. ¿No os parece más peligroso vivir una vida llena de miedo a lo desconocido, al que dirán, a intentar algo diferente? ¿No es más saludable intentar ser más feliz de lo que somos, o como mínimo ser felices?

Lo aprendimos en los libros:

Los grandes descubrimientos requieren grandes riesgos, y la historia está plagada de ejemplos: Cristobal Colón, Copérnico, el matrimonio Curie... ¿Qué sería de la humanidad hoy en día si estas personas no se hubieran jugado el tipo y el prestigio por una idea?

Y ahora que lo sabemos ¿qué hacemos?

Debemos revisar nuestros miedos. Debemos sacar a nuestro niño interior para que nos enseñe a tomar riesgos, a explorar el mundo y a nosotros mismos. Y que de paso nos enseñe que estas aventuras pueden ser divertidas y emocionantes. Porque vivir una vida llena de emociones, ya sean agradables o desagradables, merece más la pena vivir, que vivir una vida en la que dejamos de sentir.

Cuando tomamos riesgos fortalecemos nuestra sensación de poder personal, somos mejores personas, somos mejores escritores.

Al final, escribir una novela, un relato un poema… es una aventura, un riesgo, donde sabes cuándo y cómo empiezas pero nunca sabes cuándo y cómo los vas a terminar. Es un viaje en el tiempo y hacia nuestro exterior con un final muy claro: que nuestra historia salga al mundo. Podríamos decir que es normal que el miedo nos venza pero, si eso sucede, nos estamos traicionando a nosotros mismos.

Los sueños son de los audaces

Como todos sabemos, no tiene éxito sólo quien mejor escribe, sino quien más audaz es, quien se atreve a escribir, quien se atreve a publicar o autopublicar, quien se atreve a recibir críticas y sigue luchando por su sueño. No todos los best-seller optan al nobel de literatura, no obstante sus escritores viven de su sueño. ¿Cuántos grandes libros estarán escondidos en oscuros cajones? ¡Arriesgaos! Luchad por ellos y siempre saldréis ganando.

Os invito a un nuevo ejercicio:

Terminad la siguiente frase con diferentes opciones (os pongo algunos ejemplos propios):    

     Si supiera que lo haría bien me atrevería a:

• Pintar muchos cuadros
• Tomar clases de canto
• Hacer surf
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•  

Explora nuevos géneros literarios, atrévete a escribir un cuento con una temática que no conozcas. Investiga campos que piensas que están vetados para ti. Enseña tu obra a otras personas. No tengas miedo a autopublicar, que no es otra cosas que invertir en ti mismo. ¡Bucea, haz surf, esquía, ve al monte, baila en una discoteca, ve a una cita a ciegas, anímate a cantar en un karaoke! A lo mejor no se te da tan mal como creías. Puede que descubras una nueva pasión. ¡O incluso puede que te diviertas!

“La humildad y la apertura de miras del principiante conducen a la exploración. La exploración conduce al logro. Todo empieza por el principio, con un pequeño y aterrador primer paso”. J. Cameron

Sobre nuestra coach

Maite Cabeza (Donosti, 1980) es una coach vasca afincada en Palma de Mallorca (España) desde hace unos años. Licenciada en sociología, la carrera le enseñó a valorar y entender el ente social y el coaching a tratar individuo a individuo. Por el camino ha trabajado en televisión, organizando eventos y en marketing. Como ella dice: “No sé ser sólo una cosa y creo que es la manera más interesante de vivir.”

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