Hemos hablado sobre los diferentes métodos para publicar. De hecho, hemos dedicado muchos artículos a la publicación tradicional y a dar pistas sobre cómo conseguir que una editorial se fije en nuestro libro. Por supuesto, al tener nosotros un sello de autopublicación, dentro de este método, hemos puesto el acento en lo que llamaríamos la autopublicación asistida, o sea, pagar a un sello por publicar mientras éste se ocupa de todo el proceso bajo la supervisión del autor. Vamos a hablar hoy de otra modalidad: la verdadera autopublicación o cuando el autor hace o contrata todo.   ¿Por dónde se empieza? Obvio, antes...

Publicar, el objetivo de muchos de nosotros. Esa fuerza que nos mueve, quizá por vanidad, por querer compartir, por ser leídos, por contar historias. Cada uno de nosotros y nosotras tenemos en nuestro interior una mezcla de esas sensaciones. Y a la vez miedo. ¿Lo conseguiré? ¿Soy demasiado joven? ¿Demasiado mayor? Vamos a repasar los años con los que grandes literatos empezaron a publicar. ¿El objetivo? Entender algo sencillo: nunca es tarde para publicar, siempre hay algo que contar y, quien la sigue, la consigue. Hablamos de novelistas. Más adelante expondremos ejemplos de grandes maestros del relato y poetas.       Él, Gabo, trabajó...

Ya lo hemos dicho otras veces: no existe una clave ni un camino seguro para que nuestra ópera prima llegue a las librerías. Publicar un libro es un camino complejo. Estamos en un sector absolutamente cambiante donde las normas que rigen un mes han caducado al siguiente. De hecho, invitamos a hacer un ejercicio: a todo escritor o escritora que conozcamos, preguntémosles cómo empezaron (ah, e intentemos que sean lo máximo sinceros posibles). Exacto, encontraremos tantos caminos a seguir como relatos. No es la primera vez que compartimos consejos para publicar un libro. Nuestra intención no es dar las tablas de...

La respuesta es no. Y la razón es muy sencilla: la mayoría de editoriales se centran en un género o en varios, pero no los abarcan todos. Además, cada una tiene un público con una edad y un perfil de lector definido. Por ello, es muy posible que nuestra novela no encaje en muchos sellos. Para que nos entendamos: si escribimos novela histórica y la enviamos a un sello especializado en ensayo, no vamos a tener éxito. O si escribimos novela erótica con vampiros y la enviamos a una que publica libros de viajes, nos lo rechazaran sin dudar. Así que no perdamos tiempo y...