Félix Hernández Sarría - lunes, 10 de agosto de 2015
Sabía que lo volverías a hacer, y mis adjetivos superlativos son escasos para reseñarte (es que rara vez los uso, no hay con quién). Otra vez lo has hecho: has vuelto a escribir de esa forma, sin tildes ni comas. Sin puntos finales ni suspensivos, tan innecesarios en tus relatos. Y yo me vuelvo a quedar alelado ante tanta magnificencia. Te he recomendado para que seas publicada pero no lo harán. Contrario a lo que anuncian, no se publica el talento sino lo que vende. Y leerte significa pensar, estar vivo... Demasiado para ese inmenso público pululante allá afuera. No importa, te da igual. Un poeta de mi país (Cuba) decía que"quien se sabe hermoso, no necesita espejos", y maldita la falta que te hacen a ti los espejos. A ti que no te importe, tú sigue escribiendo. Hay al menos un lector que necesita de tu narrativa. Sigue escribiendo, por favor...
Félix Hernández Sarría - lunes, 10 de agosto de 2015
Sabía que lo volverías a hacer, y mis adjetivos superlativos son escasos para reseñarte (es que rara vez los uso, no hay con quién). Otra vez lo has hecho: has vuelto a escribir de esa forma, sin tildes ni comas. Sin puntos finales ni suspensivos, tan innecesarios en tus relatos. Y yo me vuelvo a quedar alelado ante tanta magnificencia. Te he recomendado para que seas publicada pero no lo harán. Contrario a lo que anuncian, no se publica el talento sino lo que vende. Y leerte significa pensar, estar vivo... Demasiado para ese inmenso público pululante allá afuera. No importa, te da igual. Un poeta de mi país (Cuba) decía que"quien se sabe hermoso, no necesita espejos", y maldita la falta que te hacen a ti los espejos. A ti que no te importe, tú sigue escribiendo. Hay al menos un lector que necesita de tu narrativa. Sigue escribiendo, por favor...