Descripción
Nandita Escamilla descansaba agazapada en la esquina de su calle en lo que ella creía era "el país de Yucatán". No se le puede juzgar a esta hermosa niña de su escaso bagaje intelectual tomando en cuenta su corta edad. A falta de oídos que acuñen sus palabras, no le ha quedado de otra que resignarse. Ella no llora. La niña es muy valiente porque así es como le enseñó a ser su hermana, la mujer que más le preocupaba de momento
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