Descripción
Durante años y desde muy niño, siempre que el agua fría resbalaba por mi cuerpo desnudo, escuchaba de boca de mi madre aquel lapidario dicho que resolvía el misterio de mi encendida negativa a ducharme: “¡Por el amor de Dios! ¿a qué lloras tanto? ¡Ni que fueras de secano!”.
Rosa Romero Rosas - miércoles, 29 de diciembre de 2021
Es un magnifico relato, donde el lectro , precibe de forma clara, la idiosincracia que marca la procedencia de cada uno . me gusta esode comprar una casa frente al mar, siendo de secano . Un escrito a tener en cuenta, por lo bien que describe a cada personaje pero sobre todo como la atmósfera que ellos respiran , la pudieras respirar tu . Me recordó, salvando , las distancias porque no tiene nada que ver, a la cultura de los Amish, que no son capaces de sentirse bien en otro lugar que con su gente y sus reglas; por muy anticuadas que estas sean sean. Enhorabuena , estas en el camino, David
MG Robben - sábado, 25 de diciembre de 2021
Me ha gustado, David. Tras leer tus obras, tu estilo natural y simplista dota a tus escritos de una cercanía muy entrañable. De la memoria de sus protagonistas directa al papel (o tablet, o pc...), sin más floritura. De verdad, mis felicitaciones. Te sigo leyendo ;)