Descripción
Otro relato creado bajo las recomendaciones de un taller de escritura. En este caso se trataba de experimentar con un estilo diferente al que estamos acostumbrados a usar, salir de tu “comfort zone” según los angloparlantes. Como siempre agradezco cualquier comentario, consejo o idea sobre el relato o la forma en la que está escrito. Gracias y espero que os guste.
Osvaldo Fernandez - domingo, 13 de marzo de 2022
Un relato fuera de lo común. Ameno e imaginativo. Me hace pensar, como me sucede con otros relatos de su autoría, que provienen de una pluma experimentada. Mi reverencia.
RE:
Cristina FB - lunes, 14 de marzo de 2022
Mil gracias por tus amabilísimas palabras Osvaldo. Muchos años escribiendo solo para mí, temiendo que la luz dañara mis relatos. Si hubiese sabido antes de la existencia de gente como tú (que con tanto afecto me lee) los hubiese aireado mucho antes y escrito con más convicción. Pero, como compañero escribiente, sabes que hay algo muy personal que dejamos en cada escrito, que está como escondido, como si fuese un rompecabezas o un acertijo. Algo que nos pertenece pero aún así prestamos (o incluso damos) a nuestros lectores. Y, por muy bien que quede escondido, siempre te queda la duda: «¿Y si lo ven? ¿y si me ven?
RE: RE:
Osvaldo Fernandez - miércoles, 30 de marzo de 2022
De ser así, que tus relatos han visto la luz tan solo recientemente, entonces somos muy afortunados en MGE, al poder disfrutar en primera fila del prodigio de tu imaginación y tu pluma. El escribir es como un abrir de ventanas. Vemos hacia afuera y, ciertamente de afuera el público ve un poco hacia adentro. No todo. Y así está bien. No debemos temerle a la curiosidad que despertamos. Escribimos porque la urgencia en nuestro interior así lo reclama, porque curioseamos en nuestro interior, y sin escuchar ese reclamo nuestra existencia no se siente completa.
RE: RE: RE:
Cristina FB - viernes, 1 de abril de 2022
Una vez, leí a un escritor que explicaba que, a veces, los párrafos cobran respiración propia. No se me ocurre mejor ejemplo que el de tu explicación arriba. Me has dejado sin palabras, compañero. Ahora es mi turno: mi reverencia.