Descripción
Cuando escribimos convivimos son esos seres mágicos que son nuestros personajes. A veces hacen el "trabajo sucio" por nosotros. A través de ellos nos vengamos de alguien que nos maltrató, o damos ese beso que nunca nos atrevimos o cerramos con una despedida lo que se nos quedó dentro. Como todo vínculo, sin embargo debe haber un equilibrio, nos dano todo y quienes escribimos, también les debemos reciprocidad. Ellos tienen también derecho pedir, pues, lo que para nosotros es un escrito, es para ellos su vida.
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