Descripción
Lyla sabía que un café no sanaría su corazón.
No le devolvería el tiempo, ni las sonrisas.
No purgaría sus lágrimas.
No enmendaría sus sueños rotos.
Pero, al menos, le concedería eso a Caleb.
Sería la última cosa que haría por él.
Le daría un café para olvidar.
Laura Caz - domingo, 23 de julio de 2017
Me he quedado sin palabras. Es un relato desgarrador, lleno de sentimientos y he admirado a tu protagonista. En unas pocas palabras has sabido darle personalidad y hasta he conseguido empatizar con ella. Enhorabuena. Te leo :)