Descripción
El viejo doctor Kinski despertó aquella mañana con un llamado de la prisión de máxima seguridad. Este debía aplicar una letal inyección a un recluso del cual le habían narrado, pero que prefería ignorar su historia para evitar cualquier problema culposo.
Al estar frente a la celda, la cual no estaba formada de barrotes, ni acero, ni metal, si no de algo mucho más resistente, se extraña pero ignora el hecho y se adentra en el oscuro cubo.
¿Qué aguarda al doctor Kinski dentro de la celda?
César Andrés Ramírez Herrera - martes, 14 de febrero de 2017
Andrés, muy buen relato, lo seguí entusiasmado hasta el final. Saludos.