Descripción
¿Quién no se ha preguntado alguna vez cuál es el sentido de su vida? ¿Quién no anda buscando un «porqué» que, como escribió Nietzsche, le permita superar cualquier «cómo»?
Mariángeles Montoya, a sus diecinueve años, acaba de ser madre de gemelos. Quiere comunicárselo al padre, pero no sabe cómo se llama ni tampoco dónde encontrarlo. Su única pista es un nombre de mujer grabado en una esclava de oro. Y con ella se lanza a una búsqueda durante la cual su vida se mezclará con las vidas de otros personajes que pasarán a formar parte de su historia. Entre ellos, Concha, que acaba de escapar de casa huyendo de las palizas de su padre y que, para sobrevivir, pone en alquiler su única posesión: su cuerpo; Francisco, fraile novicio que se ve forzado a romper su voto de obediencia y a abandonar el convento para poder acudir al entierro de su padre; Miguel, joven minusválido a causa de la poliomielitis y homosexual, que tras finalizar sus estudios de filosofía en la universidad tiene que ponerse a trabajar como chófer de un prostíbulo para poder ganarse la vida…
Un recorrido por temas tan antiguos como el hombre —sentido de la vida, búsqueda del amor, soledad, significado del sufrimiento...—, desde una perspectiva inusitada que sorprende y que invita a la reflexión. Todo esto relatado en un lenguaje que consigue combinar la crudeza y el lirismo para interesar y conmover, y con unos personajes que invitan a conocer su historia y que, desde el principio, soliviantan la curiosidad e incitan a seguir leyendo.
Y quién sabe si aquellos que se preguntaron por el sentido de su vida, al observar estas otras vidas desde lejos, tras el seguro parapeto de la tinta y el papel, no divisarán algún relumbre de ellos mismos, como un espejismo de desierto que, de algún modo, les indique el camino que conduce hacia su propio y único «porqué».
Juan Loreto Medina Galera - viernes, 22 de abril de 2016
Hola C.A. Gen. Muchas gracias por tus comentarios. Me alegro mucho de que la lectura de La Memoria de los Ángeles sea capaz de despertar en ti no solo interés, sino alguna de las sensaciones que intenté transmitir al escribirla. Espero que la sigas leyendo y me sigas ayudando con tus opiniones. Yo también soy nuevo en este blog, y creo que llevas razón con lo de subir los capítulos en un mismo archivo. Veré si lo puedo corregir. Muchas gracias
C. A. Gen - jueves, 21 de abril de 2016
Hola Juan… acabé de leer tu segundo capítulo y me gustó muchísimo. Me fascina la forma tan cruda y particular con la que describes las cosas a tal punto que, como Mariangeles, sentí repulsión por su futuro venidero. Estoy interesado en seguir leyendo tu historia. Espero subas pronto el capítulo que sigue. Ah un comentario. Soy nuevo en este blog y no estoy seguro como se suben los capítulos pero he observado que en lugar de subirlos cada uno por separado, la mayoría los adjunta al primero que han subido. No sé cómo funciona. Lo digo por si puedes subirlos en un mismo archivo. Buena suerte Juan.