Descripción
Enrique Bermúdez Jaena, nicaragüense de nacimiento, yanqui por no quedarle otra opción, ni lugar en el mundo, enganchado como tropa de infantería, casi sin entrenamiento militar y no muy dotado de razón por la naturaleza, estaba sentado sobre las palmas de sus manos junto con sus compañeros del pelotón de avanzada de infantería que debía asegurar al pueblo de Kozaki en Afganistán. Los recuerdos de un hombre que está a punto de morir. Lo que piensan los otros que lo están por ejecutar.
Walter Rodriguez - miércoles, 27 de julio de 2016
Interesante visión de otra perspectiva. Está ficcionado de un hecho real.
RE:
Jorge Ricaldoni - jueves, 28 de julio de 2016
Lamentablemente es así. Supuse lo que debe haber pensado Enrique Bermúdez Jaena. Lo que le contestó el viejo lo atestiguó luego un infiltrado hijo de latinos.