Descripción
Urian estaba destinado a ser el próximo Céfiro, orgullo de los Anemoi: los dioses de los vientos. Sin embargo para ello necesitaba sus alas, las cuales no crecían. Urian no entendía la razón de la ausencia de sus alas, pero como dicen por ahí, todo llega como debe llegar en el momento justo.
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