Descripción
Mi cuerpo entero se estremece ante la idea de una hoja infinitamente blanca y dolorosamente vacía. ¿Quién lo hubiese imaginado? Briel, el joven prodigio de las palabras, ahora ya no podía escribir un párrafo sin entrar en la, ya conocida, desesperación... Mi mundo se derrumbó cuando apenas empezaba a construirse. Cumplí 16 hace un par de semanas, y a pesar de mi corta edad, logré obtener un puesto de trabajo en una editorial de alto prestigio en el país. Sin embargo, llegado a este punto, creo que estoy omitiendo un dato fundamental de la historia, como la razón que me obligó a dejar el mundo de lo escrito en un primer lugar, pero la verdad, pretendo olvidar aquella época de tantos disgustos y comparaciones. Eso es todo. Nunca imaginé que solo una persona, podría volverme loco y a la vez devolverme la cordura, como si se tratase de una paradoja improbable, pero así fue. ¿Que si llegué a amarla? Eso solo yo lo sabré, pero si de algo estoy seguro, es que ella fue la primera persona que logró ver en mi reflejo, un mar de colores.
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