Descripción
Salió detrás del tacho donde estaban los desechos, y desde la vereda efectuó una circunspecta revisión de los alrededores; Adam Gallardo supuso que los autos se detendrían al verlo, y así lo hizo un taxi de puertas negras y techo amarillo (con la fuerza de su espíritu instauraba a lo inmóvil). En ese hombre afloraban metafóricos poderes frente a observadores incomprensivos o atónitos de una realidad que les soplaba en la cara. Se hacía ver en una célebre punta de la ciudad sin apelar a virulentas denuncias, sólo señalaba con uno de sus dedos a los límites de lo cotidiano. Como los autos frenaban automáticamente apenas giraban, se exponía a frenéticas increpaciones de bocinas en forma crónica, y se quedaba firme sin depender de lo que dijera la legislación, la policía, o las desesperadas muecas de los que decían ser racionales. Andaba por la calle como un señor plagado con impulsos generosos, comparaba lo bello con lo fantasmal, y decía no ser un esclavo ni contentarse con la esclavitud. Con súbita entereza lanzaba un epíteto sereno después de afirmar que de Dios provenía la Aniquilación (eso más que un desafío era la exigencia de generar novedosas coordenadas dentro del pensamiento). No cesaba de evocar historias, adelantándose a aquello que pensaban los que creían ser inocentes; por cierto, reseñaba buenos ejemplos en cada una de esas encrucijadas..Cuento, 10 páginas.
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Osvaldo Fernandez - martes, 25 de agosto de 2020
He disfrutado este relato desde el principio hasta el final. Hermosas figuras literarias y un uso cuidadoso del idioma. Magistral!
RE:
daniel bernardo grimberg - miércoles, 30 de septiembre de 2020
Muchas gracias Osvaldo.
Von Goethe (Milton N.) - jueves, 15 de febrero de 2018
Maravilla!
RE:
daniel bernardo grimberg - lunes, 19 de febrero de 2018
Muchas gracias Von Goethe.
chivo renzetti - miércoles, 7 de febrero de 2018
Siempre me gusta leerte, te sigo
RE:
daniel bernardo grimberg - jueves, 8 de febrero de 2018
Gracias Chivo!