Descripción
Era en una noche vieja, cuando sucumbí de forma habitual en el círculo vicioso de la marihuana. Aunque nos drogue por décadas, aquella ocasión para mi compadre no era la primera vez ni el fin del uso prolongado de hachís –la franca decadencia que marco el inicio en el lecho amistoso y provisto– sino fue la vez en que afloro nuestra condena por ese bendito vicio de la naturaleza.
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