Descripción
La cicuta es una planta de extraños efectos, y en realidad, Sócrates, luego de beberla entró en una especie de estado cataléptico. Sus fieles discípulos lo llevaron a lo alto de las nieves eternas de los Pirineos, para que nadie lo encontrara, esperando que en alguna nueva era el pobre desgraciado se desglaciara. Con el cambio climático, eso fue lo que ocurrió. Y lo encontré y lo sigo por donde va, a modo de un moderno Platón. Y grabo sus diálogos. Este es uno de ellos.
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