Martín Eduardo Key Yannarella - lunes, 16 de octubre de 2017
Me leí más de una vez a Rosa para entender sus pensamientos y parte de sus angustias, ví en ella alguien que todos los días lucha contra el paso inexorable del tiempo, buena de corazón. Una vez más te agradezco el compartir parte de nosotros mismos a través del valor de un relato que es en mi humilde opinión mucho más que eso. Gracias.
Ernesto Campos Flores - jueves, 19 de octubre de 2017
Gracias por compartir tus impresiones Martín. Cada historia real tiene unas peculiaridades o matices que, antes de descubrirse con la lectura, tan solo por su nombre resultarían inimaginables para el lector. Uno mira a la gente que dobla una esquina y no se puede imaginar qué cosas contiene su particular historia. Por eso me gusta nombrar sus verdaderos nombres y seguidamente contar sus historias. Así como la tuya, o la mía, o la de cualquier otro: inconcebibles. Gracias por tu tiempo. Saludos!
Martín Eduardo Key Yannarella - lunes, 16 de octubre de 2017
Me leí más de una vez a Rosa para entender sus pensamientos y parte de sus angustias, ví en ella alguien que todos los días lucha contra el paso inexorable del tiempo, buena de corazón. Una vez más te agradezco el compartir parte de nosotros mismos a través del valor de un relato que es en mi humilde opinión mucho más que eso. Gracias.
RE:
Ernesto Campos Flores - jueves, 19 de octubre de 2017
Gracias por compartir tus impresiones Martín. Cada historia real tiene unas peculiaridades o matices que, antes de descubrirse con la lectura, tan solo por su nombre resultarían inimaginables para el lector. Uno mira a la gente que dobla una esquina y no se puede imaginar qué cosas contiene su particular historia. Por eso me gusta nombrar sus verdaderos nombres y seguidamente contar sus historias. Así como la tuya, o la mía, o la de cualquier otro: inconcebibles. Gracias por tu tiempo. Saludos!