Inma Longarela Ceide - jueves, 16 de abril de 2015
¡Menos mal que el capítulo siete infunde alegría y esperanza! En los otros seis transmites soledad y miedo. Como la vida misma. Me siento identificada con tales sensaciones ya que en algún momento también las sufrí. Lo importante es que consigues lo que cualquier escritor desea: hacer sentir. Al menos conmigo lo has hecho. Un saludo
Inma Longarela Ceide - jueves, 16 de abril de 2015
¡Menos mal que el capítulo siete infunde alegría y esperanza! En los otros seis transmites soledad y miedo. Como la vida misma. Me siento identificada con tales sensaciones ya que en algún momento también las sufrí. Lo importante es que consigues lo que cualquier escritor desea: hacer sentir. Al menos conmigo lo has hecho. Un saludo