Descripción
Laura tiene una vida “casi” perfecta, si no fuera porque Mateo le acaba de ser infiel y con ello todo se va al traste. Maldito Mateo. A punto de ser ascendida en el trabajo y a su exnovio (porque está claro que ya es su exnovio) no se le ocurre otra cosa que tirarse a una… ¡flamante bailarina de ballet!, muy flamante y todo lo que tú quieras, vale, pero muy furcia también. ¡Maldita bailarina! ¡Maldito Mateo!
Sin embargo, lejos de sentirse humillada y pisoteada y destrozada, y de derramar litros de lágrimas (bueno, litros tampoco, pero sí bastantes, muchas, demasiadas, aunque solo por un día, eh, que no todos van a ser días desperdiciados), decide que lo mejor es “probar” nuevas y orgásmicas experiencias. Y así comienza esta historia, con una orgía a tres que llevará a Laura hasta Río de Janeiro en busca del amor. Porque sí, las experiencias orgiásticas también pueden atrapar al corazón.
Ay, Laura. Quién te ha visto y quién te ve. Pero la vida va de eso, de segundas oportunidades, y si pueden ser placenteras, mejor aún.
Javier Muñoz Livio - lunes, 26 de marzo de 2018
Hola Mar, si bien, en los dos primeros capítulos me sorprendió tu prosa fluida y bien lograda, en este capitulo me tengo que enfadar, has bajado mucho el nivel, es desastroso casi todo, perdona mi brutal sinceridad. Empiezo… Inicias este capítulo con la frase: “La verdad es que” muy mal. Queda mejor: La verdad, en la oficina me siento como en casa. O, yo prefiero una mayor simpleza y que enlaza mejor con la siguiente frase, es decir: En la oficina me siento como en casa, me gusta mi trabajo, lo adoro… luego sueltas un: “la cual” y te quedas tan pancha. Después un “pero” sin coma. Ains, vas a cobrar. Si te fijas bien, en tres líneas hay un caos de padre muy señor mío. Sigo: escribes “podríamos decir” y después otra vez “la cual” y en las cuatro líneas siguientes, no hay ni un punto ni una coma, el lector necesita aire para leer todo eso. Bueno Mar, no sigo que hay mucho, unas cositas más, no llamaría furcia a la bailarina, a lo mejor ella también es una víctima y no queda bien que la trates así. Y el encuentro con el taxista es tan surrealista que no se lo cree nadie, tan poco creíble, en fin, hay mucho trabajo Mar, mucho, pero no te desanimes nos pasa a todos, hay que pulir y pulir y encajar las piezas como el mejor de los puzles. Un beso y mucha suerte.
Javier Muñoz Livio - martes, 6 de marzo de 2018
Hola Mar, Primero, felicitar por tu buen hacer en relatar, posees un ritmo endiablado y una soltura que hace atrapar al lector en la lectura, aunque no tanto en la historia, luego hablaré de ello. He releído varias novelas en esta web en los últimos tres días y la tuya sin lugar a duda es la mejor. Es divertida, casi una comedia, sólo he leído los dos primeros capítulos. He logrado imaginar las escenas que relatas, me gusta hacerlo si el relato ayuda claro, y eso al lector le engancha. Por el contrario, la historia es típica, casi diría vulgar, chico engaña a su chica antes de la boda y en su propia cama. ¿No te parece brillante esta idea? Risas. Pero como dije antes, la narración perfecta ayuda, pero debes encontrar sorprender al lector en la historia, porque la forma es perfecta, un buen montaje, pero el fondo no se sostiene, se desvanece. Un lector habitual perderá interés si no le sorprendes con algo distinto, ingenioso y que no haya leído antes. Es complicado lo que digo, pero se puede lograr. Quizá más adelante la novela de un giro inesperado y no se convierta en un bucle, veremos. En todo caso, enhorabuena, te sigo y te persigo, aunque, no sé en qué orden. ¿Se puede perseguir sin antes seguir? He ahí un buen dilema para atrapar al lector.
RE:
Mar Armenteros - miércoles, 21 de marzo de 2018
Hola, Javier!! ¿Sabes qué? Estoy encantada con todo lo que has expuesto. Me gusta la gente sincera y sobre todo esas críticas que me hacen ver lo que yo, probablemente o no, no haya visto, porque, por sentido común, ayuda a mejorar y a tratar de no caer en el mismo error. Sé que aún me queda un largo camino por aprender en esto de la escritura. No, me equivoco. Nunca, jamás, terminaré de aprender. Pero gracias a críticos y lectores como tú, como vosotros, voy descubriendo nuevos horizontes a los que trataré de llegar. Solo puedo agradecer tus palabras y desear que, si continúas con la lectura, veas algún cambio o giro que te sorprenda agradablemente y llegues hasta el final. Es la primera vez que escribo algo así y, en realidad, desconocía que tuviera esas reservas tan ocurrentes dentro de mí. Ojalá lleguen a buen puerto en alguna de las historias que pienso seguir inventando. Un abrazo bien fuerte y ya nos seguimos. O perseguimos ;)
Juan de Dios Yribarren - miércoles, 10 de enero de 2018
Todo un drama.
RE:
Mar Armenteros - jueves, 11 de enero de 2018
Hola!! Más que un drama, un dramón, pero con muchas, muchas, muuuuuuuuchas risas aseguradas. Saludos!!