Descripción
Había pasado tiempo desde que se dedicase a las ejecuciones, en esa época solo era un negocio de mala muerte para clientes sádicos y adinerados. Pero todavía sabía de lo suyo. Rompió la vitrina en donde guardaba su equipo como un trofeo de los tiempos antiguos. Se puso la máscara de cerdo y encendió la motosierra. Era hora del show.
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