Descripción
Penélope Gresco caminó con la prisa indiscreta que se le atribuye a una niña, entre el bullicio laboral de cada mañana. Abriéndose camino entre trajes negros y corbatas largas, ella destacó esa misma mañana por llevar encima la burlona mirada de la seguridad chispeando en sus ojos oscuros. Pues tan sólo unas horas antes, había recibido un cuaderno. Sin remitente ni dirección, tan sólo un par de instrucciones que debía seguir antes de llevar a cabo su proveniente odisea hacia un tiempo de hombres no muy lejano al suyo.
Para comentar, hay que estar registrado