Descripción
El diablo, con unos ojos de miel y fuego, viste un conjunto negro. Bebe un martini seco entre una sonrisa que delata mi mirada perdida, y a pesar de ello, me deja tiempo para pensar si debo hacerlo. Me acerco. Automáticamente hace un gesto al camarero, y mientras me siento y me desabrocho el botón de la americana, llega una copa a la barra.
Walser Walser - domingo, 23 de agosto de 2020
Muy bien escrito