Las tazas de la abuela

Las tazas de la abuela

  • Relatos cortos
  • 2 capítulos

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Comentarios 2

Nací en Buenos Aires, Argentina, pero hace unos años los vientos de la vida me soplaron en otra dirección. Escribo cuentos cortos en diversos géneros...

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Descripción

Cuando nos damos cuenta de que las experiencias vividas en la infancia nos marcan aún más de lo que pensamos...

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  • J.  M.

    J. M. - viernes, 24 de julio de 2020

    Hola. Me ha gustado mucho, está muy bien escrito, de una manera muy ágil y práctica, con mucha soltura. Pero para mí esta vez no es lo más importante, ya que la historia me aparecido entrañable, de una gran carga emotiva, y de una gran sensibilidad. Para mí la emoción, sentimiento, lo son todo, porque si no impregnadas de sentimiento de lo que escribes, entonces me da igual que esté bien o mal escrito. Pero en este caso como te digo, tiene ambas cosas y eso me encanta Creo que has plasmado de nostalgia y eso le da luz, según mi propio criterio, así que te invito a que sigas escribiendo para tirarlo estancia, policía, es un sentimiento maravilloso, porque tiene ese cheque agridulce que es la vida. El final es hermoso precioso. Maravilloso. Y bueno, como anécdota, decir que siempre me ha llamado mucho la atención, porque es una de las tres lenguas europeas que no provienen del europeo, me llama mucho la atención. No sé si es qué has tenido alguna Experiencia en un día o eres húngara o algo así, ya me contaras. Lo guardo en favoritos. Abrazo

  • Mariel Estevez

    RE:

    Mariel Estevez - sábado, 15 de agosto de 2020

    Hola, J.M.! Muchas gracias por tu extenso comentario! me alegro de que te haya gustado y que me hayas dejado tu comentario. Sin duda me anima mucho a seguir escribiendo :) gracias! Al escribir, siempre intento plasmar nostalgia, sentimientos y emociones. Escribo mucho desde mi propia experiencia y emociones. En este caso en particular, el personaje de Julia es ficticio, pero el de la abuela Eli está inspirado o más bien es la viva imagen de mi abuela Elizabet. Mi abuela era de Córdoba, Argentina, hablaba húngaro, y de chica me enseñaba palabras, era costurera, hacía pastelitos, tenía ojos azules y tomaba demasiado té con leche :) y lamentablemente falleció hace tres años. Quizá por todo eso es que la carga emotiva de este cuento es muy grande. Gracias por guardarlo entre tus favoritos. Abrazo para vos también.