Descripción
Nicolás estaba enojado. No lo digo solo yo, lo decía todo el mundo. Mamá, papá, los amigos y los profesores; todos decían que al pibe lo perseguía algún demonio. Llegaba de la escuela y refunfuñaba; refunfuñaba cuando hacía la tarea, refunfuñaba cuando jugaba con la Play Station 4 y si no estaba refunfuñando era porque estaba durmiendo. La cosa se agravaba, pero nadie sabía por qué. Tampoco queríamos preguntarle.
Juan Mariuzzi Riveiro - viernes, 13 de marzo de 2020
No vi venir ese final! felicidades me gusto mucho
RE:
Tatiana Ester Schmied - miércoles, 18 de marzo de 2020
Jajaja! Me alegro que así haya sido, muchísimas gracias por leer!!