Descripción
La liberación del restreñimiento del talento no se da jamás en lenguaje artístico, sino en el filosófico. El deseo del dragón enjaulado es, sin embargo, lo que a uno hace empequeñecer cínicamente los ojos y liberarse a la batalla de relatar las propias pasiones, de luchar contra su indefinición, contra su propio límite. Y la lucha por cumplir el deseo se llama alma.
Para comentar, hay que estar registrado