Me gusta escribir

Cuando escribimos, en cualquier fase, siempre llega el momento de hacer un alto en el camino y revisar todo lo hecho hasta el momento. Hemos construido todo un universo diegético y, ahora… estemos o no escribiéndolo, nunca es mal momento para la reflexión. 

Seguramente, en todo este proceso, la idea original, el punto de vista, las motivaciones de los personajes… habrán cambiado mucho. Si no es así, preocupémonos. Escribir una novela es un trabajo que muta día a día. Lo normal, lo óptimo, es que todo evolucione, crezca, llegue a un estadio que nos sorprenda. Compartimos algunos trucos y consejos para revisar el trabajo hecho hasta el momento.

Cómo revisar mi proyecto de novela

Usemos el sentido común

Releamos todo lo que has preparado, descubramos los puntos fuertes de nuestro proyecto e intentemos mejorar los que flojean. A veces, por muchas normas, métodos o procesos que intentemos seguir o usar, tenemos más claro lo que queremos escribir de lo que pensamos. Pensemos y decidamos tranquilos ya que, ahora, viene lo mejor. En efecto, escribir.

Busquemos la congruenia…

…sobretodo en el global de la historia. La idea habrá evolucionado y habremos hechos varios cambios en las escenas y en la estrucutura en general. ¿Tenemos una historia homogénea? ¿Hay cabos sueltos? ¿Hay puntos que no cuadran? Pensemos, por ejemplo, en las fichas de nuestros personajes. ¿Los hemos explicado bien? ¿Faltan escenas para que se dibujen como queríamos? Durante la creación de la trama, ¿hemos tenido que sacrificar o añadir alguna característica de los personajes que provoca que el pasado o algún otro aspecto sean incoherentes? Revisemos las costuras, busquemos malos puntos y arreglémoslos.

Analicemos si es la historia que queríamos contar

Al principio del todo pensamos en una idea que se ha traducido en una historia. ¿La novela es fiel a ella? ¿La hemos cambiado? ¿Nos hemos desviado? Tranquilidad, incluso en este punto, podemos cambiar y definir de nuevo la idea si lo vemos necesario. Como hemos dicho, una novela evoluciona día a día. Eso sí, debemos tener claro qué queremos contar y eso debe quedar reflejado. De lo contrario, el resultado final no será claro.

Miremos cómo mejorar los personajes

Cuando hemos hablado de la congruencia de los elementos dekl texto ya hemos dado pistas sobre este punto. No las repetiremos, pero si queremos resaltar otro aspecto: con todo lo leído, preparado, reflexionado… conocemos muy bien nuestra historia. ¿Podemos mejorar los personajes? ¿Podemos añadir algún aspecto nuevo que dote a la historia y a ellos mismos de otra dimensión o profundidad?

Usa tu intuición

Este último punto quizá se contradice con el primero. Aunque, somos tantos los que escribimos y somos tan diferentes, que quizá sea necesario. Al final, el talento tiene un componente importante de intuición. Percibamos lo que funciona y lo que no y actuemos en consecuencia. Cambiemos lo que sintamos que no tendrá un resultado óptimo, aunque no sepamos muy bien por qué. Al final, cuando empecemos a escribir, cambiaremos mil cosas más. Pero lo importante es tener la base que hemos ido trabajando durante todos estos meses.