Los escritores siempre buscamos la originalidad. En ocasiones nos obsesionamos con hallar la pureza de las ideas, hasta el punto que surge esa pregunta: ¿debemos leer esa novela que se parece tanto a la nuestra idea? ¿Y ver esa serie que tiene una ambientación similar?
Algunos escritores podemos tener cierto reparo en consumir obras que tengan elementos comunes a la que estamos escribiendo. ¿Por qué? Por miedo al plagio inconsciente. Una especie de robo por osmosis.
La buena noticia es que sólo plagiaremos algo si realmente queremos e ideas ajenas las tomaremos queramos o no. Así que adelante, leamos novelas parecidas a las nuestras, miremos películas que nos inspiren y escuchemos sus bandas sonoras mientras escribimos. Recolectemos ideas y dejémonos influir.
“El único arte que estudiaré serán las cosas de las que pueda robar”, dijo David Bowie. Jim Jarmush fue más específico: “roba sólo de las cosas que le hablen directamente a tu alma. Si haces esto, tu trabajo (y tu robo) serán auténticos”.
No hay nada nuevo bajo el sol
Jordi Balló y Xavier Pérez explican en La semilla inmortal que únicamente existen 21 argumentos diferentes y que estos se repiten continuamente: la búsqueda del tesoro, la vuelta al hogar, el amor prohibido o la venganza. Por suerte, estas historias se pueden explicar de infinitas formas diferentes.
Siempre y cuando no recurramos a los comandos copiar y pegar del procesador de textos, todo cuanto escribamos -incluso aunque sea un elemento prestado de forma casi directa- pasará por nuestra visión del mundo y por nuestra voz. Lo estaremos modificando, aunque sea de forma ligera. Cuando cambiamos ligeramente muchas cosas tomadas de distintos referentes estaremos creando una obra totalmente nueva.
Austin Kleon nos explica en Roba como un artista que tras ver Jurassic Park, con diez años, estaba ansioso por una secuela. Tanto que se sentó ante el ordenador y la escribió. Cuando finalmente se estrenó El mundo perdido descubrió que su trabajo era mucho mejor que la continuación que rodó Spielberg.
“Piensa en tu obra de arte favorita y en tus héroes creativos” propone Kleon. “¿Qué les falta? ¿Hay algo que no lograron? ¿Qué podría mejorar? Si siguieran vivos ¿qué estarían haciendo ahora? Si se reunieran tus creadores favoritos y colaboraran, ¿qué obra crearían contigo a la cabeza del equipo?
Por mucho que nos guste una obra siempre habrá elementos que no nos convenzan, o caminos distintos que nos hubiera gustado explorar. El Señor de los Anillos puede ser una lectura magnífica, pero quizá nos hubiera divertido ver a Gandalf fulminando a Frodo con un rayo mágico para quedarse el Anillo y adueñarse de la Tierra Media. Tal vez ese sea el inicio de nuestra novela.
Ingeniería inversa
Leer a Lovecraft puede ser un gran ejercicio si nuestro trabajo es de terror gótico. Pero esta lectura debe ser realizada con los ojos de un ingeniero que desmonta una máquina para ver cómo funciona. ¿Qué referentes tomó el americano para crear sus Mitos de Cthulhu? ¿Cómo crea esas atmósferas tan absorbentes?
“La razón por la que copiamos a nuestros héroes y su estilo es porque, de una forma u otra, logramos echarle un vistazo a su mente. Eso es lo que realmente quieres: interiorizar su forma de ver el mundo. Si sólo imitas la superficie del trabajo de alguien, sin entender de dónde viene, tu trabajo no será nada más que una mala imitación”, explica Kleon.
Si nos apasiona un autor, estudiémoslo. A continuación, analicemos nuestras influencias. Kleon nos recomienda repetir el proceso varias veces para hacernos un mapa genealógico. “Verte como parte de un linaje creativo te ayudará a sentirte menos solo cuando empieces con tus propias creaciones”.
sandra esteban - martes, 1 de marzo de 2016
me ha encantado!!!!!
Mónica Cristina Cena - jueves, 25 de febrero de 2016
Me encantó el artículo, me quita el peso de la posible copia. Lamentablemente mi máquina sólo tildó cuatro estrellas (mi intención era darle cinco). Saludos.
RE:
megustaescribir - viernes, 26 de febrero de 2016
Hola Mónica! Lo importante es que el artículo te sirva, no las estrellas :P. Que tengas un buen fin de semana!
Manuel Alba Prieto - miércoles, 17 de febrero de 2016
Para mi escribir fue una cura, que me aconsejo la NEUROLOGA que me empezó a tratar de una rara enfermedad que lleva por nombre el Síndrome de las piernas inquietas. Y desde ese tiempo tengo publicadas tres novelas y en concursos otras tres pendientes de los fallos, de los mismos para tomar la decisión de Autopublicarlas o seguir apostando por el envió a editoriales para concursos o como ofrecimiento para publicar.
RE:
megustaescribir - lunes, 22 de febrero de 2016
Hola Manuel, nos alegra que la escritura sea tan importante en tu vida y te deseamos toda la suerte del mundo con tus novelas (las ya publicadas y las que están esperando los fallos). Un saludo, ánimos y a escribir.