Me gusta escribir

Somos escritores. Letra a letra, formamos palabras. Son nuestros ladrillos para construir frases, párrafos y capítulos que finalmente acaban formando no solo un libro, sino todo un mundo habitado por personajes vivos.

Pero el camino que seguimos los escritores no es para nada fácil. Hay momentos de atasco creativo en el que parece que nada fluye, momentos de crisis en los que creeremos que nuestra historia no merece la pena ser contada. Son la prueba de fuego que todos debemos superar.

Y, más que en cualquier otra, es en nuestra primera novela en la que todos esos obstáculos tienen una mayor altura. Por eso desde este blog os venimos ofreciendo una serie de consejos para escritores noveles. Podéis leer las anteriores entregas aquí.

26. Menos es más

Uno de los principales errores en los que caemos muchos escritores cuando somos primerizos es irnos por las ramas con páginas enteras que no aportan realmente nada a la historia o a los personajes. Debemos tener muy en cuenta que nuestros lectores van a invertir tiempo que nunca recuperarán en leer nuestro libro: no hagamos que lo pierdan.

Todo cuando escribamos debe hacer avanzar la historia u ofrecer una mayor comprensión de lo que ocurre. Esa larga descripción de tres páginas de la ladera de la montaña que cruzan los personajes mientras conducen puede estar primorosamente escrita, pero si no aporta nada lo más probable es que entorpezca el flujo de la narración.

27. Dejemos que nuestra historia termine

En el proceso de escribir una novela vamos a pasar muchas horas en ese mundo, acompañado de esos personajes. Poner un punto final puede ser como despedirse para siempre de unos amigos o mudarse a otra ciudad, y la tentación de alargarla puede aparecer.

Como hemos visto antes extender más de lo necesario y de forma artificial una novela puede tener efectos perjudiciales. No tengamos miedo al punto final. Ya encontraremos nuevos personajes y lugares fascinantes en el siguiente destino: nuestra segunda novela.

28. Seamos constantes

La constancia es uno de los más importantes atributos de un escritor –y de prácticamente cualquier persona de éxito-. Podemos tener todo el talento natural que queramos, que si no nos sentamos en una silla y le damos al teclado nuestra novela no se escribirá sola.

Nos gusta escribir, y en un mundo ideal escribiríamos varias horas  de forma diaria. Sin embargo, en el mundo real tenemos obligaciones y, si no tenemos la suerte de que nuestra escritura nos pague las facturas, el tiempo para escribir puede ser limitado.

Ponernos metas puede ser una buena manera de hacerlo. Una página al día puede parecer poco, pero en un año tendremos un borrador terminado. Pedirle a un amigo que te persiga para que le enseñes lo que vas avanzando puede ser un buen sistema de obligarte a escribir.

29. Integra acción y diálogo

La falta de experiencia al escribir a veces puede hacer que nos olvidemos que los personajes pueden hacer varias cosas a la vez, y como resultado podemos acabar dividiendo largos diálogos seguidos de un párrafo exponiendo acción, dando una sensación mecánica y sin vida.

Si, por ejemplo, dos personajes están hablando mientras hacen una maleta, intercalemos apuntes de qué prendas meten en la bolsa entre su conversación. De esta forma quedará todo más integrado, realista y vivo.

30. Olvídate del dinero

Todos los escritores con voluntad de publicar o autopublicar tenemos la intención de ganarnos la vida con nuestras novelas, o al menos sacarles un buen provecho. Sin embargo, cuando  escribimos nuestra primera novela no es el momento de pensar en el dinero, eso ya llegará más tarde.

No pensemos en lo que el libro puede conseguir, centrémonos en lo que las palabras pueden conseguir. Si escribimos pensando en lo que puedes llegar a ganar con nuestro libro solo lograremos  que nos entren prisas, saltarnos pasos y escribir una mala novela que seguramente nunca podremos publicar. Calma y, sobre todo, disfrutemos de escribir.