Pol

Pol Lupon

Barcelona, España

Me encantan las historias. Nunca pensé que tendría que contar la mía, pero haré lo posible por no decepcionaros. A los más escépticos os diría que no os preocupéis, hay un dragón en ella. Desde que tengo memoria, he pasado mi vida dibujando y escribiendo para dar rienda suelta a mi imaginación. Uno de mis primeros recuerdos es estar garabateando cómics. Disfrutaba creando personajes fantásticos e imaginando relatos en mundos inventados que luego mostraba con orgullo a la familia y amigos. Esta pasión me llevó a pasar muchas de las horas del recreo sumergido en la biblioteca del colegio, donde arraigó mi vocación como artista. El dibujo y la lectura me permitían adentrarme en relatos de humor, romance y sobre todo aventuras de ciencia ficción. Con los años, cultivé esa semilla con cariño y esmero. Dibujaba hasta apurar los lápices; leía novelas que me absorbían por horas; jugaba a videojuegos y juegos de rol en los que me convertía en mil y un personajes; y me emocionaba con las historias que veía en televisión. En los viajes, me encantaba ir a visitar museos de arte, en los que me perdía entre las obras que despertaban en mí la inspiración que luego ansiaba plasmar al llegar a casa. Elegir la carrera de Arquitectura fue una decisión difícil, pues siempre pensé que me encaminaría hacia vertientes menos tecnológicas. No obstante, los valores y el sentido crítico que aprendí fueron edificantes y me permitieron encauzar mi deriva artística e hicieron brotar en mí la fascinación por proyectar el mundo que nos rodea. Ejercí como arquitecto varios años hasta que me di cuenta de que lo que más me gustaba era imaginar, diseñar y representar los proyectos, y que aborrecía el resto del proceso constructivo. Decidí volcarme en esa parte y me especialicé en la visualización arquitectónica, para contar historias a través de las imágenes que creamos en el estudio. Sin embargo, mi profesión no ha saciado mis ansias creativas y me he sentido impulsado a invertir las horas de ocio en una idea que llevaba años tentándome: escribir un libro. No os mentiré, no ha sido fácil. Pero, por suerte, hace tiempo que descubrí que las mejores cosas, las que realmente valen la pena no lo son. Y escribiendo estas líneas me doy cuenta de que este ha sido, con permiso de mis preciosas hijas, el fruto del que estoy más orgulloso. ¿Y el dragón? Os preguntaréis los más atentos. Pues bien, confío en que el animal estará en vuestra imaginación al menos un buen rato. Os agradezco vuestro tiempo y os animo a leer mi primera novela, en la que he volcado mi entusiasmo por las historias.

Géneros favoritos: Ciencia ficción y fantasía