Descripción
Los días de lluvia pasaban sin penar, uno tras otro y la vida seguía igual. Retomar el rumbo de mi vida fue complicado, pero poco a poco sentía que todo volvía a recobrar la esperanza y cierto equilibrio.
Hasta que un día las botas de agua me hablaron y me invitaron a caminar, cómo obra del destino te hiciste presente en mi vida, para no irte jamás…
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