Descripción
Este cuento está dedicado a la memoria de mi Periquito Australiano Nepomuceno, quien aunque me odiaba le queria dedicar este pequeño cuento.
Cada día cuando lo sacabamos al patio en su jaulita el piso se llenaba de su alpiste las conguitas y pinzones se lo comían, mientras Nepu les gritaba de cosas, mi perrita en su afan de proteger el territorio y a Nepu siempre salía ahuyentando a todos.
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