Descripción
¿Hace cuánto que no duermo? —le pregunté obnubilado a la patética imagen que veía en el espejo del salón—. Las ojeras pronunciadas, el ojo derecho de un color extraño, la mejilla y la oreja raspadas, el lado izquierdo de la cara un poco hinchado y rojizo, en fin, parecía que acababa de tener una pelea con mi hermana Berta la noche de año nuevo. Berta la loca, como le decían en el barrio. Lancé al aire un par de puños y me puse a llorar. Al tiempo que lloraba una sensación de rabia me invadía por no poder contener el llanto. El vaivén de mis sentimientos me puso a dudar en una ecuación confusa de deseos encontrados. Alterado escruté un pasado cercano en el que aparecieron en serie de a tres las muertes precipitadas, la infamia del ser, las mentiras y el color desteñido del tapete de mi pieza me produjo deseos de querer matar y traté de cambiar aquella sensación de hundimiento pensando en algo bueno, en algo alegre que me subiera el ánimo y puse música. Bailé en calzoncillos y jugué con mi perro Crédulo a mordernos las orejas y las patas…
Para comentar, hay que estar registrado