Descripción
No sabía que copa tomar, solo sabía, que tenía que tomarla lo más rápido posible, cerré los ojos y me tome el vaso que sostenía tu mano, lo coloque sobre la barra y allí nos besamos.
Es otra nueva aventura en la poesía, un tema que nunca había tratado con letras, no bebo, pero me gusta imaginar historias de bebedores empedernidos, donde el malo de la historia no siempre sea el Alcohol.
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