Descripción
Después de que me hayan obligado a ir a la playa y me había perdido de lujos toda una noche, decido intentar relajarme, sabía que si bien estar en las playas de Miami en pleno verano podía causarte una quemadura de tercer grado valía la pena intentar divertirse.
Pero fue todo lo contrario.
Al final, ni siquiera sé cómo llegué aquí, con una linda chica a mi costado, un cuchillo militar en mi bolsillo y mi padre apuntando a mi cabeza.
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