Descripción
El tonto de Tomás, un clásico en los pueblos de cualquier parte de la Tierra, cargan con las bromas y desprecios de los que se consideran normales; la sociedad suele relegarlos a un plano secundario y terminan siendo el hazmerreír de la comarca. Pero siempre hay una oportunidad para reivindicar a estos y colocarles en un lugar de privilegio.
Víctor Andrés Parra Avellaneda - jueves, 10 de agosto de 2017
**Había escrito un comentario respecto a este relato pero no se si realmente se publicó, así que volveré a escribirlo** Me ha gustado el relato, sería mas bien picaresco y sobre todo es una crítica a dos conceptos: la sociedad y la iglesia. Se muestra una naturaleza más realista de la iglesia (aunque los curas la nieguen), digamos que son los causantes de tantas cosas bochornosas, jajaja. La gente del pueblo parece ser quien termina siendo el tonto del tonto. Muy agradable la narración, con pasajes irreverentes que claramente se revelan contra la solemnidad eclesiástica. Saludos. Seguiré revisando su obra.
Víctor Andrés Parra Avellaneda - domingo, 6 de agosto de 2017
Mas que el tonto del pueblo, el pueblo era el tonto del tonto. Es un relato que veo como picaresco, y con una critica obvia de lo morbosos y hasta pervertidos que pueden llegar saber los curas de la Iglesia. Son ellos los que agravan los problemas jajajaja. Me ha gustado. Saludos.