Descripción
Buenos días niños, les voy a contar lo que me contó mi abuelo, hace algunos años. Voy a empezar cuando mi abuelo era un niño. Chicos, siéntense y prestad atención, ustedes me pidieron que les contara cómo empezó la idea de mi abuelo de construir una escuela para que todos aprendieran a usar correctamente las llamas._ Por favor, continúa._ Vamos a poner mucha atención._ Eso espero, más tarde les preguntaré, al que responda bien le compraré un helado o si no me iré a casa._ No te preocupes, todos te escucharemos._ Cuando mi abuelo era un niño, algunos chicos y chicas comenzaron a tener el poder de usar las llamas. Al principio solo unos pocos las tenían, pero con el tiempo más chicos usaban las llamas. No importaba si tenías las llamas o no, solo servían para divertirse un rato con los amigos, eso decían algunos. Al abuelo Tomás le encantaba ver cómo usaban las llamas sus compañeros de clase. Sus amigos o algunos parientes también podían usar las llamas. Él no podía hacerlo como los demás, lo intentó varias veces, pero no pudo usar las llamas como sus amigos. Él estaba muy triste por no poder hacerlo como sus amigos o compañeros de clase.
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