Me gusta escribir

Entrevistamos a Clara Peñalver, escritora y creadora del método de escritura la habitación sellada.

 

Hola Clara, la primera pregunta es obligada: ¿qué consejo darías a alguien que empieza a escribir?

Si estuviera sentada frente a ti, que comienzas tus primeros pasos en el universo literario, te daría dos consejos. En primer lugar, que te propongas disfrutar siempre con la escritura. Al igual que el amor, la escritura no puede doler porque, si duele, corremos el riesgo de alejarnos de ella. En mi caso, después de varios años publicando con plazos de entrega y con márgenes escasos, he conseguido mantener viva esa parte lúdica y llena de ilusión que me ayuda a sentarme cada día a trabajar,  a divertirme con mis personajes y a jugar en los escenarios de mis novelas.

En segundo lugar, te animaría a aprender a leer para aprender a escribir. La escritura es una carrera de fondo en la que tenemos la gran suerte de contar con tantos profes como autores hay en el mundo. Coge tus libros favoritos, plantéate por qué te han gustado tanto, qué tienen de especial y trata de empaparte de todo eso que te ha gustado.

Y tengo muchos más consejos, sobre todo los que tienen que ver con lecciones que he ido aprendiendo a base de caerme y levantarme pero, esos, en otro momento.

 

Y... ¿a alguien que quiera publicar?

Si lo que quieres es publicar, mi consejo es que seas muy exigente contigo mismo y con tu obra, que hagas todo lo posible porque tu manuscrito sea diferente a los demás, que tenga algo especial. Cuando hayas logrado esa primera parte, te animo a que confíes en tus posibilidades y seas muy cabezota. Se cerrarán una y mil puertas pero siempre habrá ventanas por las que pasar. Y te cuento esto porque yo misma tuve que liar la mundial para conseguir publicar mi primera novela, allá por el año 2009.

 

Cuéntanos, ¿qué es la Habitación Sellada? ¿Cómo se te ocurrió ese método de escritura?

Siempre que alguien me pregunta esto, respondo lo mismo: el método Habitación Sellada nació del miedo. Hace cerca de cuatro años, recibí una llamada que me cambiaría la vida: un editor jefe de Penguin  Random House Grupo Editorial (por entonces Random House Mondadori) había encontrado en una librería un ejemplar de mi primera novela, quería comprarla y, de paso, encargarme la siguiente. Pasé casi una semana con cara de tonta y, cuando me di cuenta de lo que aquella llamada suponía, me eché a temblar. ¿Cómo iba yo a escribir una novela para la misma editorial en la que publican Isabel Allende y Stephen King?

 

 

Mi nueva editora (Cristina), me desaconsejó formarme en técnica literaria y me dijo que buscara otros medios porque la marca personal ya la tenía. Así que, como estoy rodeada de psicólogos, decidí comenzar a hacer un montón de cursos relacionados con ese campo y comencé a leerme un libro tras otro. El resultado fue un método creativo personal, la Habitación Sellada, que bebe de técnicas de hipnosis, programación neurolingüística, relajación en imaginación, inteligencia emocional, la teoría DISC de Marston, las tipologías de Jung… Un método con el que se me ocurrió meter el proceso creativo de una historia en el interior de una habitación y, una vez dentro, usar el suelo como nexo con la realidad, el techo como vínculo con la imaginación y las paredes, como las distintas partes de una historia… cuatro lienzos en blanco dedicados a los personajes (primera pared), la trama (segunda pared), el entorno (tercera pared) y el desenlace (cuarta pared).

En definitiva, lo que hice fue encontrar la forma más eficaz y divertida posible para empezar a escribir con calidad. Lo más chulo del método es la creación de personajes usando cuatro colores básicos.

 

Das talleres literarios, ¿verdad? ¿Cómo es esa experiencia?

Me encanta compartir con mis alumnos todo lo que he ido aprendiendo a lo largo de estos años. Es una fuente de disfrute y una experiencia muy enriquecedora en la que, al contrario de lo que la gente piensa, aprendo muchísimo como escritora. Mientras ellos avanzan en su escritura, mis propios alumnos me enseñan algo nuevo cada día.

 

 

 

 

¿Cuál es el problema más común que “sufren” tus alumnos a la hora de contar sus historias?

Yo diría que la inseguridad y el miedo a no hacerlo bien son dos de los principales baches con los que me encuentro. Pero desaparecen pronto, cuando les demuestras que en cinco minutos de lo que llamo “momento Amelie” son capaces de abrir y cerrar un microrrelato.

En este tiempo me he dado cuenta de que es tremendamente importante que el alumno tenga una formación multidisciplinar dentro de la escritura. Por eso, no sólo les enseño técnica narrativa y estimulo su creatividad sino que, además, trabajo codo con codo con un psicólogo para que también haya crecimiento en autoestima e inteligencia emocional.

 

Siempre nos gusta conocer nuevas maneras de afrontar la página en blanco… ¿cuál es tu secreto?

Mi secreto son los “momentos Amelie”. Antes de ponerme a trabajar, siempre hago cinco minutos de escritura automática con tres temas de la banda sonora de Amelie amenizando el momento y marcándome el tiempo de activación. Podríamos decir que es mi botón para entrar en flujo.

 

Cuando empiezas un nuevo proyecto literario… ¿qué priorizas? ¿La premisa? ¿Los personajes? ¿La trama?

Antes de sentarme a escribir una nueva novela necesito una idea central, uno o dos personajes principales, un título y un desenlace. Mientras todo eso se va asentando, suelo estar leyendo y documentándome en torno a esa idea central. Cuando ya está todo listo, me siento a trabajar y la historia va creciendo a la vez que el resto de los personajes, los capítulos y la planificación.

 

Para ti, ¿qué es un personaje inolvidable?  ¿Se fabrican o nacen espontáneamente?

Creo que los personajes inolvidables son esos en los que piensas cuando quieres encontrar la clave de algo, son los que te acompañan cuando paseas por la calle o los que, en un momento de duda, responden a tus preguntas. Yo tengo dos de esos personajes, Flor y Enrico, y lo cierto es que nacieron espontáneamente.

¿La mejor historia es siempre la que está por venir?

En cierto modo sí. Me gusta pensar que cada novela que escribo es la mejor novela que he sido capaz de escribir así que, siguiendo esa extraña lógica, mi siguiente novela será mejor, al menos, para mí.

 

Completa la frase: me gusta escribir porque…

…es la mejor forma de vida que mi cabeza ha sido capaz de imaginar.

 

Clara Peñalver (Sevilla 23 de abril de 1983) es escritora y licenciada en biología por la Universidad de Granada. Con Sangre, su primera novela, recibió el Premio Mejor Escritora Novel en el Festival Imagina Málaga 2010. Y, después de Sangre, llegaron las aventuras de Ada Levy, una detective privada cuyas historias se han convertido en una saga. Sus primeros títulos: Cómo matar a una ninfa y El juego de los cementerios.

Hace unos años se embarcó en un nuevo proyecto: el desarrollo de un método creativo. El resultado acabó llamándose Habitación Sellada. Su primera publicación basada en el método tiene como título Cuentos para educar con inteligencia emocional (Ed. Beascoa) y se trata de una fábrica de cuentos para que tanto papis como profes puedan adaptar las historias al aprendizaje emocional de sus peques. 

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