Descripción
Una adolescente va a tomar una decisión trascendental en su vida y descubrirá que en el mundo aún hay gente peor que sus padres, todavía.
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Pau March - domingo, 8 de octubre de 2017
¡Verdeee!...que eres un viejete verde, jajaja. Ahora en serio: excelente relato y muy bien narrado. Una cosa que me ha molestado: uno puede ser un cabrón, un pederasta, un hijoputa...pero ¿ser un cochino? ¡tan jodidamente cochino!...el coche y la casa hechos un desastre...¡será cerdo! Me ha gustado mucho. Felicidades y saludos.
RE:
Francisco Miguel Cubero Lorón - domingo, 15 de octubre de 2017
Gracias por tu opinión favorable a mi historia. El personaje del malo, no lo elegí yo: él es así, de modo que es su responsabilidad si limpia o no limpia. El escultor Miguel-Angel, decía que se limitaba a quitar el mármol sobrante en el bloque que le traían y le aparecía la escultura ya hecha. ¿Qué culpa podía tener él si dentro le le habían metido a un David en pelotas y en pose "colectivo LGTB"? Pues, ninguna. Como a mí con el cerdo cabrón de mi relato. Me temo que no me leerán muchos más que tú o, alguno más, con suerte. ¿Quién dijo que escribir sirviera para algo? De paso, agradezco también lo que has dicho de mi relato sobre Bartolo y El Caudillo. Carne y uña, los dos.
Francisco Miguel Cubero Lorón - lunes, 9 de octubre de 2017
Gracias por tu opinión favorable a mi historia. El personaje del malo, no lo elegí yo: él es así, de modo que es su responsabilidad si limpia o no limpia. El escultor Miguel-Angel, decía que se limitaba a quitar el mármol sobrante en el bloque que le traían y le aparecía la escultura ya hecha. ¿Qué culpa podía tener él si dentro le le habían metido a un David en pelotas y en pose "colectivo LGTB"? Pues, ninguna. Como a mí con el cerdo cabrón de mi relato. Me temo que no me leerán muchos más que tú o, alguno más, con suerte. ¿Quién dijo que escribir sirviera para algo? De paso, agradezco también lo que has dicho de mi relato sobre Bartolo y El Caudillo. Carne y uña, los dos.
Pau March - domingo, 8 de octubre de 2017
¡Ah! olvidaba algo. Ojalá este relato lo lean el máximo número de chavales y chavalas. Salud.