Descripción
No es suficiente solo poner el corazón en ello, aquellos que te dicen lo bello que será, nunca han estado en el laberinto de emociones, nunca se han quedado atrás por sus miedos y nunca han luchado tanto por proteger aquello que aman. Cuando todo cobraba sentido en la vida de Nia, era probablemente también ya muy tarde, Amaranta, la ciudad de los recursos y del vasto mar ya se lo había llevado todo, entre calles de errores cometidos y palabras que siquiera el viento se quiso llevar.
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