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¿Sabes qué grandes autores empezaron autopublicándose?

¿Sabes qué grandes autores empezaron autopublicándose?

 

Este artículo no quiere vender ninguna moto. A pesar de que pensamos que laautopublicación es una gran solución para que futuros grandes autores se den a conocer y para libros que, por el motivo que sea, no son valorados por los editores (pensemos que un gran clásico como Moby Dick (Herman Mellville) o superventas como Harry Potter (J. K. Rowling) fueron rechazados inicialmente por varios editores), exponemos estos ejemplos para daros ánimos.

Publicar es complicado y forjarse una trayectoria literaria es una carrera de fondo. Hay mil maneras de empezar y mil factores que pueden influir a favor o en contra vuestro. Pero contemplar estos ejemplos de grandes escritores que confiaron en su obra y lograron publicar muchos otros grandes libros. Sea cual sea vuestro camino, siempre es bueno que aprendamos de aquellos que lo abrieron en el pasado. Y es que, hoy en día, ya no vale tener las claves sobre cómo escribir un libro. También hay que saber venderlo.

 

Jane Austen financió su primera novela. Corría el año 1810 y un editor aceptó su manuscrito, pero no el riesgo. Publicada su primera edición de forma anónima y con una anotación sobre su autoría que se limitaba a un “by a lady”, Austen asumió los costes de la primera edición deSentido y Sensibilidad. Su éxito hizo que la autora ganara 140 libras esterlinas (mucho dinero para la época).

 

Algo parecido sucedió con uno de los genios literarios del siglo pasado. Marcel Proust tuvo que recorrer a la autopublicación para que dos de sus libros salieran a la luz. Por un lado, autopublicó su primer libro, Los placeres y los días (1894), un compendio de poemas en prosa, retratos y relatos largos en un estilo decadente e ilustrado por Madeleine Lemaire.

Además, Proust tuvo que financiar la primera parte de En busca del tiempo perdidoPor el camino de Swan, unos años después (1913). Y suerte que lo hizo, de lo contrario el mundo se habría perdido una gran obra literaria. De hecho, el autor tomó esa decisión tras ser rechazado por Nouvelle Revue Française. Fue su responsable, André Gide, quien le negó la publicación. Tiempo después, admitiría que la declaró sin valor alguno sobre la base de la imagen social que tenía del autor y de un pasaje que leyó al azar y que le desagradó.

 

Un caso diferente, pero no menos alentador, es el de Virginia Woolf y su marido, Leonard Woolf, quienes fundaron la editorial Hogarth Press en 1917. Dos años después de que la autora publicara su primea novela (Fin de viaje, 1915) en la editorial de su hermano Gerald Duckworth and Company Ltd., crearon el sello bajo el que editaría el resto de su obra. Hoy en día, cada vez hay más autores que quieren controlar todo el proceso de sus libros (desde su edición hasta el lanzamiento y distribución). Ni mucho menos estamos comparando el caso de Woolf y Hogarth Press con la actualidad, pero sí que nos parece un ejemplo de cómo coger el toro por los cuernos y no esperar sentado en casa.

 

40 millones de copias ha vendido El cuento del conejo Peter, escrito por Beatrix Potter quien lo autopublicó debido a que su editor no quería asumir los gastos de impresión de las ilustraciones. Así que Potter editó una tirada limitada de 250 unidades en el año 1902. Al verlo impreso, su editor se lo repensó y lanzo una edición comercial en color el año siguiente.

 

En 1827, un jovencísimo Edgar Allan Poe autopublicó su primer poemario bajo el nombreTamerland and Other Poems. El poeta pagó la publicación de su bolsillo, y tan sólo seimprimieron 50 copias en la primera tirada. Al principio del prólogo, colocó una advertencia llamándose «principiante», como excusándose por su bisoñez, al afirmar que la mayoría de las composiciones habían sido compuestas antes de los 14 años.

 

Vayamos a por un autor que vende como churros. Cartas para Claudia, la primera novela deJorge Bucay, también siguió vio la luz gracias a la autopublicación. Imprimió las 500 primeras copias del mismo y, junto a su esposa y con el maletero a rebosar de libros, recorrió las diferentes librerías de su zona para ponerlo a la venta. El resto ya lo sabéis, Bucay es actualmente un autor tan polémico como superventas.

¿Seréis vosotros el próximo ejemplo?

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