Seguimos con nuestra serie de artículos dedicados a los géneros literarios. Cómo no, uno de los géneros con más seguidores y del que tenemos muchos manuscritos en megustaescribir es la ciencia ficción. ¿Preparados para el futuro?
El origen
Podríamos pensar que el género Sci-fi o ciencia ficción es uno de los géneros más nuevos ya que se basa en el uso de la tecnología y la exploración espacial y en la manera en la que ello afecta o afectará nuestras vidas. En realidad, la primera obra considerada como ciencia ficción es Somnium y fue escrita por Johannes Kepler en 1623. En ella se explica un viaje a la luna y la observación de la Tierra desde allí. A pesar de eso, en 1516 Thomas More ya había escrito sobre una sociedad utópica en Utopía.
El auge de este género surgió a partir del pensamiento científico: la concepción tradicional del paso del tiempo lineal o cíclico se desmorona y en su lugar surge un futuro lleno de posibilidades tan prometedoras como aterradoras. La exploración de otros mundos y universos y las posibilidades que vislumbra la ciencia son tan amplias como la imaginación misma. Así pues, en este género, solemos encontrarnos con personajes tan variados como robots, androides, clones, alienígenas o viajeros en el tiempo.
La ciencia ficción
La principal característica de la ciencia ficción es que el protagonismo no lo tienen los personajes, sino las ideas: es un género ampliamente especulativo en el que aparecen personajes o situaciones irreales, pero se distingue del género fantástico en que estas situaciones y personajes son explicados en mayor o menor medida mediante procesos científicos. De esta manera concedemos a estas situaciones especulativas una cualidad racionalista que no aplica en el caso del género fantástico.
Así, en muchas obras de ciencia ficción se utilizan máquinas o procedimientos científicos sin ningún fundamento en la realidad. Esto se lleva a cabo para dotar a la obra de una credibilidad que no lograría si, en lugar de una máquina, se utilizase por ejemplo, magia.
Un gran ejemplo de ello es La máquina del tiempo, de H.G. Wells. Otro, bien conocido, y del mismo escritor, es el de las escenas de pánico vividas en la campiña inglesa durante la transmisión radiofónica de La guerra de los mundos, pues por su estilo realista, la gente no dudó en creer realmente podría estar pasando.
"Nadie hubiera creído en los últimos años del siglo XIX que este mundo estaba siendo observado agudamente y muy de cerca por inteligencias mayores que la del hombre y sin embargo tan mortal como la suya propia[…]”
H.G. Wells, La guerra de los mundos
Los contextos
Frecuentemente se ve a la ciencia como un aliado que nos ayuda a conocer otros mundos (Solaris, de Stanislav Lem) o nuestro planeta (Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne). Pero un tema recurrente dentro de este género es el de los cambios que la tecnología conlleva en las sociedades futuras: las utopías y distopías.
En una utopía la ciencia, la tecnología o el pensamiento avanzado ha supuesto en la humanidad la erradicación de la infelicidad y la sociedad vive en un constante estado de bienestar, juventud y comodidad, un buen ejemplo de literatura utópica es La isla, de Aldous Huxley, Herland, de Charlotte Perkins Gilman, Men Like Gods, de H. G. Wells o Islandia, de Austin Tappan Wright.
“[…]Pues aunque en cierto sentido y para las personas frívolas cosas inexistentes pueden ser más fácilmente y de manera irresponsable representado en las palabras que las cosas existentes, para el historiador serio y concienzudo es justo al revés. Nada es más difícil, sin embargo, nada es más necesario, que hablar de ciertas cosas cuya existencia no es ni demostrable ni probable.”
Herman Hesse, El juego de lo abalorios
En contraste, la literatura distópica (mucho más numerosa) es el reflejo de la ansiedad que causa la idea de que la tecnología pueda llegar a substituir o incluso dominar al hombre. Así, nos muestra un futuro en el que la humanidad está pervertida hasta el punto en que los humanos empiezan a actuar como máquinas o la tecnología facilita la existencia de regímenes totalitarios. Tenemos grandes ejemplos como 1984 de George Orwell, Fahrenhet 451 de Ray Bradbury, Un mundo Feliz de Aldous Huxley, Las crónicas marcianas’, de Ray Bradbury, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’, de Philip K. Dick, La naranja mecánica, de Anthony Burgess, o más recientemente, El círculo, de Dave Eggers.
"La vida en la que nada era inesperado. O inconveniente. O inusual. La vida sin color, dolor o pasado.
Lois Lowry, The Giver
Cómo escribo ciencia ficción
Para terminar, si queréis escribir una historia de ciencia ficción debemos:
- Guiarnos por un precepto que sea racionalmente explicable mediante la ciencia o la tecnología, aunque los procesos puedan o no, ser especificados.
- Hacer de la tecnología un aspecto central de nuestra historia, recordad que en la ciencia ficción, los personajes giran alrededor de las ideas y no al revés, por lo que tenemos que dotar a nuestra premisa de un gran protagonismo.
- Tener claro el papel que juega la ciencia y la tecnología en vuestra historia: ¿es el opresor al que hay que combatir, o es el aliado que nos ayudará a ser mejores?
- Para contrarrestar la especulación, debemos escribir en un tono lo más realista posible.
- A partir de estos puntos, podéis especular tanto como queráis, la ciencia ficción es tan infinita como las estrellas en el universo ;)
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