Me gusta escribir

En este artículo os explicaremos una manera de vendernos mejor como escritores (eso que nos da tanta pereza pero que es necesario en los mundos modernos). ¿Cómo? Mediante la construcción de nuestro storytelling. Desde un enfoque clásico, podemos definirlo como el arte de explicar historias. Desde el inicio del lenguaje, la tradición oral ha permitido perpetuar mitos, leyendas y explicaciones del mundo que se fueron plasmando de maneras muy diferentes: desde las primeras pinturas rupestres hasta la invención de la imprenta y del seguido de avances tecnológicos que permitieron la democratización de la lectura y la escritura.

Pero en el marketing moderno, el storytelling se entiende como el uso de las historias personales, de una marca o producto  para darse a conocer al mundo y empatizar a todos los niveles con posibles consumidores y, por lo tanto, aumentar las ventas.

¿Cómo ayuda este concepto a los escritores? Veamos:

Storytelling para vender

Muchas marcas usan su historia, la de sus creadores o la de sus productos para sus anuncios y promociones. ¿Por qué? Pues porque los seres humanos empatizamos más con las historias que con los conceptos abstractos. Fijémonos: desde que somos pequeños se nos cuentan las realidades como historias o cuentos. Y, de mayores, nos gusta la ficción porque dentro de las narraciones existe un componente muy humano: igual que la vida, las historias nacen, evolucionan y se acaban.

Y es que, aplicadas al marketing, las historias generan confianza y son fáciles de recordar y contar, nos ponen en contexto rápidamente y crean una mayor conexión con el producto.

Fijémonos cómo Apple ha usado la persona y la historia de Steve Jobs para dotar de sentimiento, estilo e idea de superación y modernidad en los años en los que fue CEO. O como Ikea usa relatos y conceptos cotidianos para empatizar con el consumidor y hacer llegar su mensaje.

El storytelling de los escritores

Fijémonos que muchos escritores se distancian de las historias de sus novelas alegando que son una invención y que poco tienen que ver con sus vidas. Esa es una estrategia de autor algo antigua, consecuencia de una época donde estaban alejados de sus lectores y solo se dejaban ver en los medios de comunicación. Hoy en día, la web 2.0 y las redes sociales han convertido a los escritores en profesionales más asequibles para su público, viéndose obligados a opinar y justificarse más de lo que les gustaría. Tenemos dos opciones: podemos pensar qué mensaje queremos transmitir y cómo queremos mostrarnos al mundo o podemos dejar que el “viento” lo decida.

Es ahí donde entra el storytelling. ¿Qué mejor manera, y más sincera, que mostrarnos al mundo mediante la explicación de nuestra historia? Recordemos, así, empatizaremos más con el lector, etc…

Pero, ¿qué historia cuento? Es fácil, la verdad. No inventemos nada. Debemos fijarnos en quién somos y cuáles son nuestros puntos fuertes. Imaginemos que escribimos una novela sobre las primeras centrales eléctricas. ¿Trabajaba nuestro bisabuelo? ¿Somos ingenieros y un día descubrimos, haciendo una tesis, que fue un mundo apasionante? ¿Nuestro padre es electricista y siempre hemos tenido una gran vinculación con ese mundo? Veamos más ejemplos: ¿es la nuestra una historia de superación? ¿Venimos de un entorno humilde y hemos conseguido superar varias adversidades hasta publicar? O al revés, ¿nos hemos criado en la alta sociedad y tenemos una voz crítica hacia ella en cada una de nuestras historias?

Al final, el storytelling personal de un escritor se construye como cualquier otra historia: decidimos quién es el protagonista (en este caso nosotros), un inicio, un nudo, un conflicto y un desenlace.

Incluyamos parte de nuestra historia y nuestra vinculación con nuestros libros en:

• Nuestras biografías
• En las descripciones de los libros
• En nuestras redes sociales: compartiendo artículos relacionados, impresiones, dudas… explicando, tuit a tuit, cuál es nuestra historia.
• En nuestras webs: nuestra web debe respirar nuestra historia a todos los niveles: tanto con los textos, como con los colores, la imágenes, los diseños.
• En las entrevistas y en los medios: respondamos desde nuestra historia, explicando quien somos, generando interés y empatía con los que nos escuchan.
• Ens las conferencias o clases que demos.