Me gusta escribir

Somos escritores. Las palabras son nuestra herramienta, nuestros cimientos, nuestro edificio y cielo. Si nos dieran 30 segundos, ¿cómo explicaríamos nuestra novela? ¿Y sin nos dieran diez? Debemos ser capaces de resumir al máximo nuestro proyecto sin dejarnos ningún matiz ni adjetivo cuya ausencia genere una idea equivocada de lo que hemos escrito y que, a la vez, refleje su complejidad.

Esto no es fácil. Ser capaces de resumir y concretar nos ayudará a entender mejor la dirección de nuestra historia. Centrarse en lo importante y elidir aquellos elementos secundarios nos obliga a reflexionar sobre lo que priorizamos en nuestros libros. Y, al final, estamos construyendo una manera rápida, clara y eficaz de vender nuestro libro a aquel que quiera comprarlo e, incluso, a nosotros mismos.

De hecho, se recomienda que este ejercicio se realice incluso antes de escribir una sola palabra de la historia. ¿Por qué? Pues justo por lo dicho en el párrafo anterior. Compartimos consejos y guías para ser el máximo de eficientes con el tema.

En una frase

Con una sola oración, con el mínimo de subordinadas posibles, construiremos una píldora que esconderá la esencia o noción primaria de nuestra novela. Con ella definimos, pues, lahistoria, la dirección del texto y, además, hacemos comprensible con gran rapidez a otras personas (editores, amigos…) lo que estamos escribiendo. Veamos cómo de ser esta frase:

• La frase inicial debe contener al protagonista, su conflicto y su primer punto de giro. Esta frase debe vertebrar el futuro de la historia. Toda la novela ha de tener en su horizonte esta línea principal, ya que nos plantea el argumento básico, el conflicto.
• Si, para entender el global de la historia, se necesita exponer el final, no debemos descartar esa posibilidad. No es la mejor opción, pero quizá alguna novela necesita de esa información para acabar de ser explicada. Veamos El Club de la Lucha, de Chuck Palanhiuk. (aviso de spoiler) Al final, los dos personajes protagonistas resultan ser la misma persona. Concretamente, uno es una proyección del otro. Quizá esta apreciación debe estar en esa frase inicial.
• Debe ocupar unas 25 palabras. No es una cantidad arbitraria. Con 25 palabras tenemos de sobra para plasmar los elementos antes citados. En el caso de añadir el final, quizá necesitaremos alguna más.
• Cada palabra que aparezca en esta frase es importante. Muchas veces veremos que, al escribirla, hace que nuestra historia no destaque o pueda parecerse a muchas otras. Cada adjetivo, cada matiz o coma, pueden ser claves para mostrar la originalidad de nuestro enfoque y dirección.

En un párrafo

El siguiente nivel de síntesis nos da algo más de cancha para explicar nuestra novela. Si hemos sido capaces de conseguir nuestra frase, el párrafo nos tiene que ser sencillo. ¿Por qué un párrafo? Por muchas razones. Para empezar, un editor o alguien interesado en nuestro manuscrito puede tener una cantidad ingente de manuscritos y proyectos editoriales. Un párrafo, si se explica bien, es atractivo y se ajusta a lo que busca, puede convertir nuestra novela en una más del montón o en una prioridad para evaluar.

• Además, a la hora de hacer dossier, enviar mails, etc… es la manera más rápida de resumir y explicar el proyecto. Las sinopsis alcanzan, al menos, 5 páginas y los receptores de nuestras propuestas no siempre tienen ese tiempo. Así pues, nuestro párrafo…
• Debe ocupar entre 10 y 15 líneas. Ni más ni menos. Eso supone un par de minutos de lectura en los que, quién lo lea, se hará una idea general y superficial de la historia.
• Debe contener 3 elementos prioritarios: el punto de partida de la novela (desencadenante), el conflicto principal que deberá asumir y afrontar el protagonista, o sea, sus dilemas y pasos (nudo) que darán paso al tercer elemento, el desenlace. Deben, pues, aparecer, los principales puntos de giro de la historia.
• Debe ser una reflexión ampliada de la frase. Nos servirá para delimitar la historia, para reflexionar sobre la unidad y reflexión de la novela y para clarificar sus puntos fuertes o importantes. Todo lo que no queda en estas 15 líneas deberá ser evaluado exhaustivamente. ¿Nos sirve de alguna cosa? ¿Ayuda a evolucionar nuestra historia?

Muchas veces, la síntesis es poder. Por todas las razones que hemos visto durante esta entrada. Pero porque al final, hagamos lo que hagamos, menos es más.