Me gusta escribir

Todo viaje tiene un inicio, un disfrute intermedio y una vuelta a la rutina. En cierto modo, una novela es algo parecido. Vamos a dedicar este artículo a ese punto intermedio, lo que comunmente se llama nudo o desarrollo.

En esta parte de nuestra historia, los personajes, presentados en la introducción, se enfretan a sus deseos y persiguen sus objetivos empujados por el detonante. La historia y ellos mismos evolucionan y generan ese interés en el lector que hace que se quede hasta el final y que, una vez terminado, recomienden el libro a todos sus conocidos. Veamos en qué consite el nudo.

El nudo o desarrollo

En el nudo se desarolla el conflicto de nuestra historia. ¿Y eso que es? Silvia Adela Kohan comaprte en su libro Para escribir una novela una explicación muy interesante hecha por John D. Fitzgerald: “El conflicto es la presentación de, y la solución a, un enredo en la vida de uno lo más personajes […] y para que un conflicto común resulte interesante, hay que exagerar po mentir”.  Así pues, podríamos decir que el conflicto son el conjunto de obstáculos que los personajes deberán superar antes del cierre de la historia.

Y es obvio, todo obstáculo supone una elemento A que colisiona con un elemento B: Hector García Quintana en Cómo escribir una novela nos dice que el conflicto es algo así como el choque entre dos fuerzas contrarias. Como hemos comentado en alguna ocasión, toda historia tiene sus actantes / https://es.wikipedia.org/wiki/Actante) y el conflicto no es otra cosa que la lucha o cooperación de esas fuerzas (protagonista, antagonista…).

Y esas fuerzas que chocan no es necesario que sean humanos. Los conflictos pueden ser externos, en los que el protagonista lucha contra otro personaje, la sociedad o, por ejemplo, las fuerzas de la naturaleza e interno, o cuando el protagonista lucha contra sus miedos o algun elemento de su persona que le impide conseguir sus objetivos. Si queréis profundizar sobre este tema, en cualquier manual de escritura podréis ampliar sobre estos dos conceptos. También os recomendamos este otro artículo. 

Los giros

Ya tenemos un inicio. ¿Cómo seguimos construyendo la historia? Creando cambios constates que sorprendan y hagan evolucionar la historia. Es decir, generaremos los famosos Twist, giros o vuelta de tuerca. La verdad es que este es otro de los conceptos que recibe muchos nombres. Silvia Adela Kohan en sus manuales los llama acciones dramáticas, en del guión son conocidos como pasos dramáticos… Linda Seger en Cómo convertir un buen guión en un guión excelente les llama puntos de giro… Sea como sea, estos cambios en la historia que sorprednen al lector y que suponen, cada uno de ellos, un nuevo obstáculo que salvar, dotarán nuestra obra de ritmo y que nos enlazará, siempre de una manera coherente, con el final. Así pues, podríamos decir que los giros son son hechos inesperados que viran la dirección de la trama y que componen el conflicto.

Una historia puede tener tantos giros como el escritor quiera y condiciona el ritmo de la misma. Pensemos que depende de muchas cosas: del tono de la novela, del género (un thriller pide cambios constantes, quizá una novela realista no tantos…), del estilo del autor, de las necesidades de la propia historia… Veamos lo visto hasta ahora con un ejemplo:

Marcos es un pirata que se quedó sin barco ni tripulación después de perderlos y darlos por muertos en una batalla mal calculada. Sumerge sus penas en alcohol y no quiere saber nada de su pasada (su rutina). De repente, una misteriosa mujer le propone una misión imposible en alta mar (detonante): debe abordar el barco más feroz del Mediterráneo, el Lobo. Él no la acepta pues ya no tiene sentido subirse a un barco. De repente, un marinero le cuenta que, quizá, su barco y tripulación siguen con vida y su posible paradero coincide con las coordenadas de la misión (llamada a la acción). Marcos decidirá, entonces, aceptar la misión y salvar a sus antiguos camaradas (conflicto).

Éste y Clara se embarcan en un barco con el objetivo antes marcado. Empiezan a trazar el plan para destruir el buque cuando Marcos descubre una cosa: su hermana, con la que no se habla hace tiempo, es una de las tripulantes de El Lobo (giro).

Este giro cambia la historia. Esta revelación provoca que cambien la estrategia: en vez de hundirlo a la fuerza, se infiltrarán en él. Este paso dramático modifica la historia (cambian el plan) y añade dificultad (quizá era más fácil atacarlo por la fuerza) y tensión dramática (provoca que Marcos quiera salvar a su hermana, su reencuentro).

Seguir estos pasos nos puede llevar a crear una trama clásica o una absolutamente revolucionaria. Depende mucho de cómo enfoquemos cada una de las decisiones narrativas que tomemos. Al final, las reglas están para romperlas.