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Os estaréis preguntando… ¿qué tienen que ver los postits y los escritores? Pues son una herramienta que nos facilitarán el laborioso trabajo de construir nuestra novela.

El poder del color

Una buena manera de trabajar las tramas, común en las novelas, el cine y las series, consiste en trabajar las tramas por seprado. Está claro, la cantidad de tramas que manejan las series necesitan un orden y recursos visuales para que sus creadores las construyan con congruencia. Sí, cada maestrillo tiene su librillo y pensamos que muchas de las grandes series de los últimos 20 años han sido pensadas sobre postits. Al final, es una de las maneras de asegurarnos de que cada una de las historias de nuestra novela tenga ritmo, estructura, una evolución.

¿Por qué usarlos para una novela? Es muy sencillo: una novela conlleva muchas situaciones y elementos narrativos que se entrecruzan, crecen y desaparecen continuamente. Ahí entran los postits.

Una buena forma de organizar la información de una manera visual es utilizar un color de postit para cada una de las historias que contemos. En cada postit, escribiremos una escena o hecho importante (en función de la complejidad de la novela y del nivel de concreción que queráis desarollar antes de escribir) de esa esa historia o subhistoria y, cuando las tengamos todas escritas (en su color correspondiente), podremos empezar a unirlas. ¿Cómo? Muy sencillo, tan sólo necesitamos una pared.

De esta manere, empezamos a hilar, uno detrás de otro, los postits de las escenas, entrecruzando las historias y creando la cronología de la novela, es decir, creando una estructura visual tan fácil de entender como de cambiar.

Puede parecer complicado, pero no lo es. Observemos la imagen que compartimos a continuación. Se trata de las tres líneas argumentales de una novela corta. Aún no han sido mezcladas. El siguiente paso sería combinar todas las tramas y crear, así, la estructura de nuestra historia.

El poder de los postits

Veamos las ventajas de esta técnica:

• Cualquier modificación es sencilla, tan solo tenemos que mover, retirar o añadir un postit. De esta manera, se puede “jugar” con la estructura de una manera intuitiva y visual.
• Nos ayuda a juntar fácilmente diferentes tramas en una escena. Podemos sumar postits, cambiarlos de escenario, adaptarlos a las otras tramas… con un mínimo movimiento y corrección.
• Los colores nos servirán para ver, de un vistazo, el equilibrio de las historias. Veremos si alguna de ellas básicamente se concentra en una parte de global, si esa circunstancia nos gusta, si debemos repartirla mejor…
• Pongamos por ejemplo, que nuestra novela pasa en cuatro tiempos históricos diferentes. Si a cada uno le dais un color, muy rápidamente veréis la repartición de las escenas de cada tiempo y si existe un equilibrio entre ellas.
• Una vez cerrada la novela y empezada la escritura, nos permite resolver dudas de la estructura con tan sólo un vistazo e incluso hacer correcciones sobre la marcha, pudiendo tener en cuenta el global de la historia con mucha facilidad.