Milichine

Milichine Ickx

, Perú

Soy morochita «de fina estampa, que sonriera bajo un sombrero». También sonrío bajo un pañuelo y adoro las vinchas, a veces me pongo mis lentes de sol DG en la cabeza, así a manera de vincha y dejo mi pelo suelto alborotarse ahí detrás. Mis amigas me dicen negra, pero es de cariño... supongo. Tengo una divina melena ensortijada, que siempre plancho porque es a la moda. A menos que seas lacia, claro. Mi carita es más bien agraciada… para algunos... tirando para chistosa según algotros. Tengo un cutis perfecto, ni una sola arruga a pesar de mi base cuatro, gracias a la base hidratante que me aplico a diario. O sea, mi cara es la prueba viva de que no existen milagros sino buenas recetas y disciplina férrea. De chichis, más bien naranjas. Me gustaría melones, pero será con implantes. O sea, de siliconas pues mongaza, no voy a implantarme frutas en las teteras. De talle esbelto, pero a ratos es bulto. Por ahora lo tengo sometido a nutricionista. De nuevo, no es cuestión de milagros sino de buenas recetas y disciplina férrea. Salvo por el culateral. Ahí ya se requiere trabajos forzados por la pitiem. Felizmente es algo que no veo todo el tiempo. Además, todo está en la mente y yo hago de cuenta de que sigue petulante como antes. De carácter soy afable. O sea que saludo a todos mis clientes por su santo. Amable no me gusta, es demasiado ambigua. Una persona es amable, ¿porque ama o porque se deja amar? ¿Entiendes? O sea, esa indefinición no me gusta. Es como la vaina de estar jodido o estar jodiendo del diputado español ese, ¿no la conocen? Búsquenla en Gúguele. Soy muy educada. O sea, de lo más educada, educación de monjas de colegio francés, ¿ya? Me expreso con corrección. No digo ni una lisura. O sea, en público, porque cuando estamos en confiancé como ahora, que les estoy chismeando algunas anécdotas, ahí sí que me voy de boca. Soy intuitiva, super intuitiva. O sea, yo puedo leer a la persona como si fuera un periódico, igual que si estuviera parada en un kiosco. No discuto. Detesto discutir. Cuando huelo una discusión en el aire, procuro salir volando.