Publicar, el objetivo de muchos de nosotros. Esa fuerza que nos mueve, quizá por vanidad, por querer compartir, por ser leídos, por contar historias. Cada uno de nosotros y nosotras tenemos en nuestro interior una mezcla de esas sensaciones. Y a la vez miedo. ¿Lo conseguiré? ¿Soy demasiado joven? ¿Demasiado mayor?
Vamos a repasar los años con los que grandes literatos empezaron a publicar. ¿El objetivo? Entender algo sencillo: nunca es tarde para publicar, siempre hay algo que contar y, quien la sigue, la consigue. Hablamos de novelistas. Más adelante expondremos ejemplos de grandes maestros del relato y poetas.
Él, Gabo, trabajó en varios diarios y publicó varios cuentos hasta que en 1955 vio la luz la que sería la primera de sus novelas: la Hojarasca. Tenía 28 años y llegó su primer éxito. Joven, ¿verdad? Pero debemos tener en cuenta el contexto: García Márquez se movía por ambientes cercanos a la edición de libros y, en aquellos tiempos, era más sencillo ser leído por un editor. Hoy en día, grandes obras pueden quedarse por el camino por el simple hecho de no llegar en el momento y a la mesa del editor adecuado. Suerte que la hojarasca lo consiguió y el resto es historia de la literatura.
Uno de los grandes literatos del siglo pasado con tan solo… una novela publicada. Ésta llegó cuando Juan Rulfo tenía 38 años y, con tan solo Pedro Páramo (1945) y unos cuantos relatos, dejó huella en todos aquellos apasionados por la literatura. Él es un gran ejemplo, si nos ponemos más prosaicos, de que los 30 no son ninguna barrera literaria y que, al final, no hay que pensar en una carrera plagada de libros. Centrémonos en la historia que tenemos entre manos y démoslo todo en sus páginas.
Culpable del insomnio de todo aquél o aquella que abre uno de sus libros, su carrera empezó a los 40 años. Años antes, Isabel Allende había publicado dos cuentos infantiles y un compendio de artículos. Pero su primera gran novela, su primer gran éxito, La casa de los espíritus, llegó en 1982. Dicen que el primer libro, a un nivel vital de cada escritor, llega cuando llega, ya que la experiencia, la necesidad de escribir y de compartirlo no tienen por qué ser tempranas.
El ejemplo de Saramago tiene trampa y una moraleja. Él publicó ya en 1947 una novela que no tuvo mucha repercuasión y, 30 años después, su manual de pintura y caligrafía (1977). Pero no fue hasta 1980 cuando salió Levantado del suelo, novela que se considera el verdadero inicio de su carrera literaria y que vio la luz cuando tenía 52 años. Pasaron 33 años entre su primera obra real y Levantado del suelo y eso no impidió que el gran Saramago volviera a publicar.
Sí, a los 63 años Alberto Méndez publicó Los girasoles ciegos (2004) obra que le valió el premio nacional de narrativa en 2005 y que fue otorgado póstumamente. 63 años se demoró esta gran novela, después de toda una vida relacionada con el mundo de la edición. Además, en 2008 se llevó a la pantalla de la mano de José Luis Cuerda.
enrique garrido saldaña - miércoles, 17 de febrero de 2016
En menos de un mes cumpliré, Dios mediante, los 62. escribí mi primera novela de 6 hace algo más de 10 años. más que por ganar dinero, me gustaría que otras personas las leyeran y aportasen su opinión. Cuánto he disfrutado al escribirlas, no tiene precio.